Probé el risotto por primera vez en el crucero, que como es italiano todas las noches ofrecían alguno en la cena. Risotto con crema de calabaza, con carne y calabacín como lo probé en Roma, pero sin duda el más común es el de setas (funghi en italiano). Mi madre descubrió esta receta hace algún año y Mario y yo se la robamos el fin de semana pasado para probarla... y qué buen robo! Toma nota porque va a ser el mejor risotto que cocinarás ¡créeme! Tiempo: 1 hora y ½
(4 personas) Necesitamos:
• 1 vaso y ½ de arroz
• 30 g. de champiñones
• 100 g. de setas
• 1 cebolla
• ½ vaso de vino blanco
• 1 vaso de caldo de pollo
• 1 chorrito de nata (crema de leche) (para cocinar)
• Queso parmesano
• Rallador
• Aceite y sal
Aunque es muy fácil de hacer, vas a necesitar mucha paciencia. El arroz no se deja hervir como tenemos costumbre de hacer en las paellas y hay que remover sin parar para que coja esa textura tan típica del risotto. Atent@ a los pasos:
1. Para ahorrar tiempo podemos dejar preparado el caldo días antes y lo guardamos en el congelador. Para hacer el caldo pondré la receta próximamente, mientras tanto usa pastillas o un cartón.
2. Troceamos la cebolla bien pequeña y sofreímos con un chorro de aceite en una olla hasta que quede transparente. Entonces añadimos los champiñones y las setas con un poco de sal. Si hace falta añadimos más aceite.
3. Cuando el sofrito esté listo añadimos todo el arroz a la misma olla y a partir de aquí tienes que tener paciencia. Añade un poco de vino diluido en agua y caldo. Diluir el vino en el agua sirve para rebajar un poco el sabor y a la vez facilitamos la absorción del arroz mientras se cuece. Vas a comprobar que es muuuy lento y se tarda mucho. No podemos dejar de remover para que el arroz suelte el almidón, al contrario que en las paellas.
4. Tenemos que remover sin parar y añadir un poco vino y caldo lentamente hasta que el arroz lo absorba y seguimos añadiendo. Esto puede durar media hora perfectamente así que no es mala idea buscar un sustituto para remover. Vamos probando hasta que haya quedado meloso y muy importante: no debe estar duro.
5. Añadimos un puñado de queso parmesano rallado y un chorrito de nata (crema de leche), removemos para que se cueza. Probamos para comprobar cómo va de sal porque es posible que esté dulce entre el caldo, el vino y la nata (crema de leche), así que añadimos sal en ese caso.
Y ya lo tenemos listo! puedes usar moldes para la presentación... o al montón, qué más da si está igual de riiiiico! que aproveche! :)
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