Hoy queremos compartir con vosotros otra de nuestras recetas deliciosas: el risotto de setas con aroma de trufa. ¡Lo sabemos! Suena delicioso y por lo tanto debería de ser complicado, sin embargo, nada más lejos de la realidad.
Con nuestros trucos aprenderás a cocinar el mejor risotto de la historia. Ese con el que te atreverías a invitar a comer a tus propios suegros.
En nuestro estudio causa auténtico furor cuando lo preparamos y varios de nuestros amigos nos ponen "ojitos" por si cuela un táper. Para ellos y para todos los que nos estéis leyendo al otro lado de la pantalla o hayáis googleado la palabra "risotto", aquí va nuestro secreto mejor guardado. Si después de ver nuestro vídeo queréis poneros manos a la obra, justo debajo encontraréis los ingredientes y la elaboración paso a paso.
Ingredientes:
- Una cebolla pequeña o media cebolla grande.
- Setas variadas, champiñones ¡o ambas!
- Arroz especial risotto (lo venden en todos los supermercados). Se llama "Arborio". El tipo, no la marca...
- Vino blanco, 2-3 copas. Puedes usar "cumbre de Gredos" en plan adolescente pero piensa que si tienes un Verdejo rico, cae una copa mientras elaboras tu platazo ;)
- Caldo, 1 litro (puede ser casero, de brick o si estás muy apurado, agua con 2 pastillas de avecrem).
- Queso parmesano en polvo. Aquí sí que te diría que nada de "el caserío me fío". Un buen parmiggiano!
- Nata (crema de leche), mantequilla o lo que es mejor: crema de setas al aroma de trufa. Lo venden en formato "brick" junto a la crema de calabaza. Menos calorías y muuuucho más sabor. ¡Súper truco que no debes confesar!
- Aceite de oliva virgen extra.
- Sal.
Elaboración:
- Picamos la cebolla pequeñita. Ponemos una sartén grande o una olla plana tipo "paellera". Echamos un chorro de aceite virgen extra y a calentar.
- Añadimos la cebolla picada con el aceite caliente y bajamos el fuego para que se vaya dorando sin quemar.
- En otra olla ponemos a calentar todo el caldo y en un cazo a parte, calentamos el vino blanco. Ambos deben estar muy calientes para que no "corten" la cocción del arroz pero ojo, caliente no significa hirviendo porque corres el riesgo de que la evaporación haga que te quedes corto de ambos.
- Mientras "pochamos" la cebollita, vamos picando los champiñones y las setas. Mis favoritas sin duda son las tipo "cabecitas", esas con tallo largo y cabeza pequeña. Podéis usar champis blancos o comprar la variedad "portobello" (de color marrón). Recordad que el tallo se quita o se corta una vez que estén limpias de tierra. Si las laváis bajo el grifo, dejadlas lavar un rato porque las setas abosorben mucha agua.
- Con la cebolla transparente y antes de que coja color, añadimos los champiñones y un poco después. las setas. Les damos un "meneo" de 2 a 3 minutos y a continuación, añadimos sal y el arroz en proporción a las personas que vayan a comer. Media tacita pequeña por cabeza suele ser suficiente.
- Salteamos el arroz con la cebolla, los champiñones y las setas. Hasta este punto, no hemos echado ni gota de líquido. El hecho de que el arroz se "rehogue" un par de minutos es importante.
- Ahora sí. Coge un cucharón y vierte la mitad del vino. Remueve y mezcla todo bien. Agrega el resto del vino poco a poco sin dejar que se pegue.
- Una vez agotado el vino y antes de que la mezcla se quede sin líquido, ve añadiendo cazos de caldo caliente cada 5-7 minutos. Esto es un poco "a ojo de buen cubero". El truco está en lo siguiente: el caldo debe cubrir el arroz pero sin ahogarlo.
- Ponte una copa de vino y mima tu risotto con todo el amor del mundo. Te queda por delante media horita de paciencia que te aseguro merecerá la pena.
- Cada vez que añadas caldo, remueve la mezcla con cuidado para que el arroz de la parte de abajo suba y viceversa. Deberás agotar todo el líquido y ser previsor. Cuando veas que te queda poco caldo, ¡pruébalo! Si está blandito, estás a punto de acabar. Si por el contrario aún está algo duro valora si tienes que calentar un poco más de caldo (o de agua con un poco de avecrem).
- Rectifica de sal si es necesario pero ojo, que no se te vaya la mano. Piensa que el ingrediente estrella es el queso parmesano en polvo y que este se caracteriza por su delicioso sabor y por darle el toque de sal que le falta.
- Una vez agotado todo el líquido de la mezcla. esta debería estar bastante cremosa. Añade entonces un poco de mantequilla o nata (crema de leche). Recuerda que si has comprado la crema de setas y trufa el plato será más ligero y además tendrá un aroma delicioso.
- Baja el fuego al mínimo, añade el queso parmesano (media bolsa) y remueve con suavidad para que todo se funda y ya no sepas si comértelo directamente de la sartén.
- Por último, retíralo del fuego y déjalo reposar 5 minutos. Reparte en platos y espolvorea un poquito más de queso por encima. ¡Voilá! El mejor risotto de la historia está listo para deleitar a los comensales.
*****
Esperamos que os haya encantado esta nueva receta y que nuestro vídeo os haya motivado para prepararlo en la primera ocasión que tengáis.
No olvides apuntarla en "Mi gran libro de recetas" o mejor, regálalo con esta y otras de nuestras recetas apuntadas en él.
¡Hasta la próxima!