Hace unos días en el suplemente de un importante periódico de tirada nacional, que cada Domingo solemos comprar, las ví; ésta manía mia de empezar el suplemente por las últimas páginas con la curiosidad de ver las recetas y entre ellas, casi siempre son tres, presentaban éste aperitivo, en la foto me fijé que las habian metido en un cartuchito, como antiguamente vendían el “pescaito” frito en Cádiz, “liaitos” en papel de estraza.
Nada más ver la foto se me antojaron, se metían por los ojos aquellas, finas rodajas de calabacín, bien fritas, enharinadas y regadas con miel, como en Málaga, mi tierra, nos gusta comer las berenjenas fritas (receta en éste enlace). ¿Ahora donde encuentro en Mi Cocina, papel para hacer un cartucho?
Pués nada, las presentó en el plato y la aderezo como hacemos en mi tierra, con ésa miel tan especial, única, deliciosa y para más inri malagueña: la miel de caña.
Pero ya puesta, casi con las manos en la masa….¿por qué no, una vez más, hacerle un guiño al país de mis raíces profesionales y hacerlas en “tempura”?; me refiero como habrán podido adivinar a Japón. Aqué pais que me cautivó y que me hizo viajar a Oriente por primera vez en el año 1983. "Orient", siempre oriente en mi vida.
Aunque éste tipo de fritura, a pesar de lo que se puede llegar a creer no es japonesa, tiene su origen en la Península Ibérica, sí es cierto que con el paso de los siglos ha llegado a formar parte del recetario básico de la cocina nipona.
Fueron los misioneros jesuitas portugueses y españoles, particularmente activos en Nagasaki (ciudad fundada por los portugueses en el año 1569), quienes introdujeron la costumbre de tomar pescados y verduras, fritos, en época de vigilia, llamados en latín "tempora ad quadragesimae" (tiempos hacia la cuaresma).
Como observarán…no es una palabra ni japonesa ni de origen oriental, es latin. ¿curioso verdad?
Por cierto, en occidente a ésta “técnica culinaria japonesa” siempre se le denomina "tempura", cuando realmente ésta última denominación es solo cuando los trozos del ingrediente son grandes. Cuando la verdura se presenta cortada y rebozada en juliana (trozos alargados) y en pequeños montoncitos, se denomina “kakiage”.
Tanto la tempura como el kakiage se acompaña, mojando en ella cada trocito antes de llevárselo a la boca. Ésta salsa llamada Tentsuyu, se hace a base de caldo, salsa de soja, sake a la que se le añade ralladura de jengibre y de rábano picante.
En ésta ocasión, he preferido acompañar la tempura de calabacin con miel de caña de la Axarquia malagueña…..
¿Cómo lo hice?
Ingredientes:
Medio vaso pequeño de aceite de sésamo mezclado con un vaso de aceite de girasol, para freir. (Si no les gusta el sabor del aceite de sésamo, se puede realizar con aceite de girasol solamente o con aceite de oliva, a ser posible malagueño, así de ésta última forma no se pierde la dieta mediterránea, ni por lo tanto el Sabor a Málaga). Un calabacín y sal.
Para la masa de rebozado de la tempura:
Un huevo, un vaso de agua muy fría, unos cubitos de hielo y harina de trigo (un vaso más o menos, casi la misma cantidad que de agua).
Aunque si lo prefieren y yo suelo usarlo en múltiples ocasiones se puede usar el producto ya preparado, que hoy en dia se puede encontrar en cualquier supermercado. Con ello sólo necesitan el agua y el hielo, para mezclar (no hace falta el huevo).
Los pasos a seguir:
Enjuagar bien el calabacín y cortarlos lo más fino posible en rodajas. Reservar.
Mezclar en un cuenco el huevo y el agua batiéndolo con unas varillas. (Es importante que el agua esté muy fría, por ello suelo añadirle cubitos de hielo a fin de mantener la masa. Con ello conseguiremos que el rebozado quede muy crujiente por fuera y la verdura quede tierna por dentro.
Seguidamente, añadir la harina tamizándola con un colador, sin dejar de batir a fin de que no queden grumos, ni burbujas en la masa.
Echar el aceite en una cacerolita o sartén honda y poner en el fuego.
Rebozar las rodajas de calabacín con la masa ( yo suelo introducirlos en el cuenco), en pequeñas porciones, hasta que las rodajas estén bien empapadas.
Cuando el aceite esté muy caliente, ir introduciendo las rodajas bien empapadas en la masa (de dos en dos, como mucho tres rodajas…que queden sueltecitas en el aceite) y freir hasta que estén doradas.
Sacarlas con un escurridor y dejarlas sobre papel absorbente a fin de evitar el exceso de aceite.
Consejo:
El secreto de que queden bien crujiente la tempura y evitar que quede la verdura aceitosa, es vital que el aceite esté bien caliente y la masa se mantenga muy fría.
¿ Les apetece...?