Fuente: revista Dulcypas.
Antes de empezar, quiero dedicar unas líneas a daros las gracias de nuevo, esta vez porque ya he tenido 10000 visitas y muchísimos comentarios, que no suelo contestar porque sé que no os llegan las notificaciones y en muchos casos no llegáis a leer mis respuestas, pero ¡los leo todos! Y os lo agradezco de corazón.
Ahora habilitaré una sección del blog de "CONTACTO" arriba en la barra de secciones por si queréis contactar conmigo vía e-mail o a través de las redes sociales si queréis decirme cualquier cosa. Allí os prometo que os contesto lo más rápido posible. Un beso a todos, ¡sois lo más!
Hace unos días estaba hojeando uno de mis libros de recetas y me encontré con esta receta (que he retocado un poco) . Me pareció más original que la típica de alfajores que encuentras en mil sitios y es una de esas perfecta para la hora de la merienda con una bebida caliente. Sobre el sabor no hay mucho que decir. Como podéis ver estos dulces se componen principalmente de dulce de leche y merengue, unidos por una especie de galletas muy finas y crujientes que francamente no tienen muchísimos sabor, pero la combinación es bastante agradable en boca. Me gusta especialmente el contraste entre el crujiente de la "galleta" y la cremosidad del relleno.
(para unos 10 rogelitos)
INGREDIENTES
250 gramos de harina común
150 ml de nata (crema de leche) líquida (de la especial para montar)
una pizca de sal
dos cucharadas de azúcar
1/2 cucharadita de extracto de vainilla
ralladura de naranja
PREPARACIÓN:
1. En un bol ponemos la harina junto con la sal en forma de corona, es decir, con un hueco en el centro.
2. Añadimos la nata (crema de leche) líquida y removemos con una espátula hasta que los ingrededientes comiencen a integrarse y la preparación a ganar consistencia.
3. Ahora nos ayudamos de las manos y vamos amasando con movimientos circulares. Tenemos que conseguir una masa elástica y que no se pegue en las paredes del bol.
4. Metemos el bol con la masa en la nevera un mínimo de media hora.
5. Extendemos la masa muy fina con un rodillo sobre una superficie enharinada.
6. Ayudándonos de un cortador circular o de la boca de un vaso, cortamos círculos del mismo tamaño.
7. Precalentamos el horno a 180º con calor arriba y abajo sin ventilador.
8. Colocamos los círculos de masa en una bandeja forrada con papel de horno. Para pegar el papel a la bandeja podemos ayudarnos de un poco de aceite o mantequilla untada.
9. Un truco que he aprendido probando a hornearlos es pinchar la masa repetidas veces con un tenedor; con ello evitaremos que la masa se hinche en exceso (pues sube demasiado y luego se queda hueco con dentro y es más complicado que la presentación nos quede bonita.
10. Con el horno ya caliente, introducimos la bandeja a media altura y horneamos unos 4 minutos, vigilando de cerca, hasta que la masa adquiera un leve toque dorado.
11. Sacamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.
EL MERENGUE:
2 claras de huevo a temperatura ambiente
unas gotas de limón
unas 5 cucharadas de azúcar
una pizca de sal
1. Ponemos las claras en un bol y agregamos unas gotas de limón o vinagre. Ayudará a que luego se mantengan montadas más tiempo. Ponemos también una pizca de sal, si queremos que nos monten antes.
2. Cuando las claras alcancen el punto de nieve (se vuelven blancas y al pasar un tenedor se queda marcado pero no se forman picos), agregamos paulatinamente el azúcar, de cucharada en cucharada, sin dejar de batir.
3. Seguimos batiendo hasta que al perfilar el merengue con una cuchara se formen picos que mantengan su forma. Es el punto de picos firmes. Podéis comprobarlo también girando el bol; el merengue no debe caerse.
MONTAJE:
Los rogelitos tradicionales se montan con tres discos de masa con dulce de leche a modo de unión entre ellos y merengue a modo de cobertura, pero podéis montarlos como más os guste.
Espero que os haya gustado.
Un beso y ¡hasta pronto!
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