Bon appétit amig@s,
Las rosquillas de San Blas es un dulce típico que se toma por la festividad de este santo (3 de febrero) pero que apetece tomarlo todo el año jaja. Es una delicia tomar una rosquilla con el café o té o chocolate. Su sabor único a anís así como su cobertura de glaseado blanco los hace inconfundibles.
Son muy fáciles de hacer, sanos y sobretodo muy muy ricos. Rápidos de elaborar y se conservan perfectamente varios días en un recipiente hermético.
Existen muchas recetas de estas rosquillas, la mayoría llevan anís dulce pero como no lo tenía pues puse unos granos de anís machacados y os aseguro, el resultado es igual de bueno.
Ingredientes para unas 20-25 rosquillas:
-300 gramos de harina común
-4 huevos medianos ( 2 huevos enteros y 2 yemas)
-60 gramos de azúcar
-50 ml de aceite de oliva suave
-10 gramos de granos de anis (ó 15 ml de anis dulce)
-Una cucharadita de levadura en polvo
Para el glaseado:
-2 claras de huevo
-200 gramos de azúcar glas
Encendemos nuestro horno a 170 grados para que se vaya calentando.
En un bol ponemos 2 huevos enteros y 2 yemas – reservamos las otras 2 claras para hacer el glaseado. Batimos bien los huevos junto al azúcar hasta que estén emulsionados y espumosos. Añadimos el aceite de oliva, y los granos de anís machacados- utilicé un mortero manual de cocina- ó si preferís 15 ml de anís dulce (más o menos media copita)
Mezclamos bien y volcamos la harina junto a la levadura.
Amasamos con nuestras manos hasta integrar todos los ingredientes. No es un amasado prolongado sino solo hasta que estén bien integrados. La masa resultará suave y es normal si os pega algo a las manos.
Truco: Podéis untar las manos así como vuestra superficie de trabajo con un poco de aceite para poder trabajarla mejor.
Formamos 2 bastones de masa y los cortamos en trozos de más o menos 3 cm. Hacemos una tira con cada trozo y formamos las rosquillas.
Las llevamos al horno a 170 grados durante unos 20 minutos.
Mientras se cuecen, vamos a hacer el glaseado: batimos las 2 claras de huevo que habíamos reservado y vamos vertiendo poco a poco el azúcar glas.
Sacamos las rosquillas del horno y las dejamos templar 3-4 minutos. Después las cogemos y las mojamos en el glaseado boca abajo. Las dejamos secar completamente sobre un rejilla (unos 30 minutos).
Una receta fácil y estupenda, no dejéis de probarlas.
Bon appétit Mama
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