Las salchichas o longanizas con tomate es una receta casera familiar, yo la recuerdo en mi casa de toda la vida, sobre todo para la cena; son un plato del que todos disfrutan, desde los más pequeños por su colorido, hasta los más mayores por su sabor y poder mojar pan.
Tengo que reconocer que al principio estaba un poco mareada con las salchichas, no sabía exactamente a cuales se referían, y es que aquí, por mi tierra, a las salchichas frescas las llamamos longanizas, y en cambio, en otros sitios la longaniza es la larga, sin atar....
Pero aclarada mi duda, me decidí por hacer las clásicas salchichas o longanizas con tomate que tanto me gustaban de pequeña, y que me siguen gustando aunque ahora no las como demasiado.
8 salchichas frescas o longanizas.
200g. de salsa de tomate o tomate frito.
2 dientes de ajo.
Aceite de oliva virgen extra.
Tomillo seco.
Orégano seco.
30ml. de vino blanco.
Modo de hacerlo:
Pincha las salchichas con un tenedor o la punta de un cuchillo para que no se revienten durante la cocción y suelten algo de su jugo.
Pon un chorrito de aceite de oliva en una sartén y dora las salchichas por un lado.
Antes de darles la vuelta, añade los dientes de ajo pelados y machacados.
Espolvorea por encima de las salchichas el tomillo y el orégano y dales la vuelta.
Cuando estén doradas, añade el vino blanco y mueve la sartén para que el vino desglase el fondo de la sartén y se mezcle todo.
Añade la salsa de tomate o tomate frito, mueve la sartén y deja que se cocine todo junto unos 5 minutos.
Tengo muy buenos recuerdos de esta receta, mi madre las hacía con tomate natural a fuego lento y estaban buenísimas, yo ahora, si tengo tiempo también se lo pongo natural triturado, pero tengo que decirte que con el tomate frito y las hierbas también está delicioso.
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Fuente: este post proviene de Mandarinas y Miel, donde puedes consultar el contenido original.
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