Hoy, y para terminar la semana, uno de eso platos que es difícil que no gusten. Aunque no os guste mucho el salmón éste marinado que lleva lo convierte en un plato suculento. Por lo demás es muy fácil de preparar, rápido y muy socorrido en caso de invitados en casa. Sólo unos cuantos ingredientes y el resultado fantástico. La receta se la vi a Begoña, de Cocina para Urbanitas, y la repetiré en bastantes ocasiones, porque el salmón no es mi pescado preferido y de esta forma me ha encantado. La receta requiere de un reposo de una media hora y de unos diez minutos de horneado después.
INGREDIENTES:
500 gr. de salmón (lomos o rodajas)
2 cucharadas de mostaza (la mía de Dijon, de Maille)
2 cucharadas de miel (la mía de flores, Begoña le pone de caña)
1 cucharada de AOVE (Aceite de Oliva Virgen Extra)
1 cucharada sopera de zumo de limón
Ralladura de limón
Eneldo (en Salobreña no lo encuentro fresco, por lo que lo puse seco, pero, sin duda, el fresco mucho mejor)
Sal
Pimienta
PREPARACIÓN:
Lavamos el salmón y limpiamos de espinas, con la ayuda de unas pinzas. Preparamos el marinado. Para ello pondremos en un bol la mostaza, la miel, el AOVE, el zumo de limón y la ralladura. Añadimos el eneldo y batimos bien. Salpimentamos el salmón y añadimos el marinado por encima de éste procurando que cubra todo.
Dejamos reposar en el frigorífico, tapado con papel film, durante una media hora como mínimo, si es un poco más, mejor.
Metemos en el horno precalentado a 200º, durante unos diez minutos o hasta que comprobemos que el salmón no esta crudo, evitando que se nos hornee en exceso y deje el pescado seco. Sacamos y servimos acompañado de una ensalada. Lo que lo convierte en un perfecto almuerzo ahora que no debemos abusar en exceso de la comida para evitar pesadas digestiones.
El salmón es un pescado azul o graso que aporta unos 11 gramos de grasa por cada 100 gramos de carne, un contenido similar al de las sardinas, el jurel o el atún. La grasa es rica en omega-3, que contribuyen a disminuir los niveles de colesterol y triglicéridos plasmáticos, y además aumentan la fluidez de la sangre, lo que previene la formación de coágulos o trombos. Y esto lo digo porque a veces no nos damos cuenta de lo que comemos, y cuidado un poco la dieta podemos mantener nuestro colesterol en niveles normales. Ahora mi marido tiene elevados los niveles de colesterol y vamos a ponernos las pilas con el tipo de alimentación, por lo que recetas de salmón y otro tipo de pescados similares van a ir desfilando por el blog a lo largo de este verano.
Feliz fin de semana.
Lidia.