Esta forma de conservar los alimentos ha sido muy popular en el pasado, cuando no había frigoríficos en todas las casas, y las técnicas como el escabechado o el conservado en aceite eran la manera de alargar la vida de algunos alimentos durante meses.
Hoy hemos hecho una conserva de cerdo ibérico y lo cierto es que nos ha quedado espectacular.
Ingredientes:
1 kg. de secreto ibérico,
1/4 litro de aceite,
200 gr. de manteca de cerdo,
4 dientes de ajo,
orégano y anís en grano,
pimentón y laurel
sal y pimienta en grano.
Vamos a comenzar quitando el exceso de grasa de nuestro secreto y cortándolo como mejor nos parezca para conservarlo. Nosotros lo hemos cortado en tiras gruesas y largas pues vamos a guardarlo en un bote que tiene ese tamaño.
En un bol mezclamos las hierbas y especias que vamos a utilizar junto a la sal y posteriormente embadurnamos con cuidado toda la carne con esta mezcla. Nosotros hemos elegido ajo, orégano, anís y pimentón pero puedes ponerle tomillo, romero, mejorana…. Dejamos que la carne vaya asimilando los sabores durante un par de horas en el frigorífico.
Ponemos una sartén al fuego y calentamos el aceite y la manteca. Cuando alcance unos 70 grados, vamos poniendo la carne a confitar. Es un proceso lento, pero vale la pena hacerlo bien y que no se nos arrebate el aceite, debe cocinarse lentamente. Vamos acomodando la carne que vayamos cocinando en los recipientes elegidos para conservarla y, al final, rellenamos los botes con la grasa tibia que nos ha sobrado de cocinarla. Ponemos en los recipientes unas bolas de pimienta y una hoja de laurel y si nos hemos quedado cortos, añadimos aceite normal hasta la boca del bote cuidando de que la carne quede perfectamente cubierta.
Nosotros hemos rellenado todo el bote y nos han sobrado unos trocitos que hemos metido en aceite en una cazuelita de barro y que serán los primeros en consumirse. De todos modos, debe permanecer en el aceite al menos 2 o 3 días para que alcance todo el sabor.
Es un producto que podremos conservar en la nevera durante meses. Cuando vayamos a utilizarla, solo tenemos que calentarla en una sartén a fuego medio durante dos minutos para disfrutar de este magnífico bocado.
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Fuente: este post proviene de Cocina sin Carné, donde puedes consultar el contenido original.
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