La morcilla de orza debe su nombre al recipiente de barro, alto y sin asas, que solía usarse para guardar alimentos en conserva. La orza es una vasija que se usa desde la antigüedad para conservar en aceite los productos de la matanza del cerdo.
El embutido de orza es un plato típico de las épocas de matanza. Antiguamente no había un sistema de refrigeración para la conservación de los alimentos y entonces se freía embutido (longanizas, chorizos, morcillas…) y las costillas de cerdo y el lomo, y se guardaban en orzas con aceite para que la carne se conservase. Hoy en día esta preparación mantiene su nombre pero actualmente se utilizan botes de cristal en lugar de orzas.
Las morcillas que podéis ver en las fotografías son morcillas de cebolla de Xirivella, reconocidas como las mejores morcillas de cebolla de la Comunidad Valenciana. La morcilla de Xirivella se elabora esencialmente con cebolla, sangre y tocino, y también se le agregan sal y especias.
Puesto que las morcillas que conservamos en aceite ya están cocinadas se pueden consumir sin ningún tipo de preparación como tapa o plato principal, guarnición de bocadillo, frías o calientes ¡Están riquísimas!
Morcillas de orza
Dificultad: muy fácil
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Ingredientes
Morcillas de cebolla ya oreada (que estén sequitas para que no se deshagan al freirlas)
Aceite de oliva virgen extra
Preparación
Se pone un recipiente suficiente aceite a calentar para que cubran las morcillas (puede ser una sartén o un cazo) y se van friendo y colocando en el tarro o la orza donde las vayamos a dejar. Al finalizar desechamos este aceite.
Ponemos aceite limpio a calentar hasta que humee y lo dejamos que se enfríe. Una vez frío lo metemos en los tarros hasta que cubra bien todo el embutido, cerramos los botes y los guardamos en la despensa.
Y ya lo tenemos para una buena temporada…para hacer arroz al horno, para tomar con huevos fritos y patatas ¡o lo que nos apetezca!