El 23 de abril se celebra el Día Internacional del Libro, una conmemoración celebrada a nivel mundial con el objetivo de fomentar la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual por medio del derecho de autor.El día 23 de abril fue elegido como "Día Internacional del Libro", pues coincide con el fallecimiento de Cervantes, Shakespeare y Garcilaso de la Vega en la misma fecha en el año 1616.
Este año, un grupo de blogueros de cocina, hemos acordado homenajear esta efeméride preparando recetas que tengan relación con algún libro o con la literatura.
Yo he elegido las "Nanas de la cebolla" el poema de Miguel Hernandez. Mientras estaba encarcelado, su mujer, Josefina, por carta, le habla de su pobreza y de que ella y su hijo sólo tenían para comer pan y cebolla. El poeta, desde su celda, le respondería poco después con estos maravillosos versos.
En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar,
cebolla y hambre.
Miguel Hernández
Pan y cebolla, son los ingredientes principales de esta humilde pero deliciosa sopa, que espero que os guste.
INGREDIENTES: (para 4-6 personas)
50 gr de aceite de oliva.
350 gr de cebolla troceada.
1 litro de agua.
2 pastilla de caldo de carne.
Pimienta al gusto.
4 rebanadas de pan tostado.
50 gr de queso emmental rallado.
PREPARACIÓN:
Calentamos el aceite en la thermomix, cinco minutos, varoma velocidad 1.
Añadimos la cebolla y la troceamos 3 segundos a velocidad 4.
Bajamos los restos de cebolla hacia las cuchillas y programamos 10 minutos, varoma y velocidad cuchara.
Agregamos el agua, las pastillas de caldo y la pimienta y cocinamos 20 minutos, 100º, velocidad cuchara.
Dejamos enfriar un poco y trituramos la sopa 10 segundos a velocidad 7 (también se puede dejar sin triturar).
Vertemos la sopa en cazuelitas individuales y colocamos encima una rebanada de pan tostado y el queso rallado. Gratinamos a 200º en el horno hasta que el queso se funda.
SIN THERMOMIX:
En una cazuela honda, ponemos el aceite a calentar sin llegar a humear. Pochamos la cebolla que habremos troceado previamente sin que llegue a tostarse mucho. Dejamos cocinar unos cinco minutos.
Cuando la cebolla esté transparente, agregamos el agua, las pastillas de caldo y la pimienta. Seguimos cocinando a fuego suave durante veinte minutos. Al acabar podemos triturar la sopa con una batidora o dejarla tal cual. Vertemos en cazuelas individuales y ponemos el pan tostado encima y el queso rallado, gratinamos hasta que se funda.
Con el aceite ya caliente, introducimos las cebollas en el vaso.Las trituramos.
Las cocinamos unos minutos, hasta que queden transparentes.
Añadimos el agua, la pimienta y las pastillas de caldo. Cocinamos veinte minutos.
Una vez lista podemos triturar toda la cebolla o dejarla. Yo he preferido triturar.
Tostamos unas rebanadas de pan, le ponemos una encima, el queso rallado y al gratinador del horno.
Una sopa humilde, sencilla y económica pero exquisita.
El toque de queso le da un punto salado. Podéis prescindir de él, pero no os lo aconsejo.
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