Tan solo dos días desapacibles, oscuros y lluviosos, son los que hacen falta para que el cuerpo de una empiece a echar en falta unas sopitas calientes para cenar, será cosa de la edad, o será que por fin he descubierto que las sopas son lo mejor del mundo para reconfortar cuerpo y espíritu. Así, que hoy, y con esta sopa de cebolla gratinada al oporto, queda oficialmente inaugurada la temporada otoño-invierno en mi casa.
Ingredientes
300 gramos de cebolla
80 gramos de queso gruyère rallado
1 litro caldo de verduras
1/2 litro de agua
40 gramos de mantequilla
30 gramos de harina
4 cucharadas de oporto
8 rodajas de pan de barra
Pimienta
Sal
Como preparar sopa de cebolla gratinada al oporto
Pelamos las cebollas y las cortamos en rodajas finas.
Derretimos la mantequilla en una olla y sofreímos las cebollas, a fuego suave, las revolvemos de vez en cuando, hasta que tomen color dorado.
Espolvoreamos las cebollas con la harina, removemos unos segundos, vertemos el caldo, el agua, una pizca de sal y de pimienta y revolvemos. Tapamos la olla y dejamos cocer durante unos 25 minutos más. Si vemos que se consume demasiado líquido, añadimos un poco más de agua. Retiramos del fuego y añadimos el vino oporto.
Mientras tanto, encendemos el gratinador del horno, tostamos ligeramente el pan y lo reservamos.
Repartimos la sopa en cuencos individuales, que puedan ir al horno, colocamos dos tostadas encima de cada cuenco, las salpimentamos y las espolpovoreamos con el queso rallado. Gratinamos en el horno y servimos enseguida.
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