Seguimos con la saga de Sueños de Hojaldre, y os traigo unas caracolas y un croissant.
Es de las pocas veces que me veréis haciendo postres ya que no es mi especialidad, mi relación con la repostería es más bien nula, pero siempre es bueno aprender.
·1 hojaldre (unos 200g)
·pizca de canela
·pizca de anís
·miel
·1 huevo
Primero será tener los ingredientes a mano.
Estiraremos la masa de hojaldre y la cortaremos dando forma de triangulo.
Ahora le haremos un corte en la parte ancha (en la punta no), y cogiendo los dos lados empezaremos a enrollar hacia abajo. La forma acaba saliendo sola, veréis que el centro os queda un poco más gordo.
Para hacer las caracolas es exactamente lo mismo, hacemos el corte en la parte ancha y vamos enrollando hacia abajo, pero esta vez nos desviaremos más hacia la derecha o izquierda, eso da igual. Si lo hacéis bien os debería de quedar como en la imagen de abajo.
Acabamos pintando los hojaldres con el huevo, la miel y añadiendo un poco de canela y anís.
Lo metemos al horno, 20 o 25 minutos a 180º.
Dependiendo del horno será un poco más o un poco menos.