Muchos de nosotros hemos crecido tomando lácteos, sobre todo yogures y leche, y ahora no podemos despegarnos de ellos. Yo creo que la mayoría de nosotros habremos desayunado un buen tazón de leche con cereales o cacao soluble; nuestros padres nos habrán dado yogures de postre; o el mítico petit suisse para merendar. Está claro que todos formamos parte de esa Generación Láctea.
Y no es para menos. Los lácteos forman parte de la cultura nutricional de nuestro país y nos han acompañado siempre y nos sentimos identificados con ella. Son un alimento situado en la base de la pirámide nutricional, es decir, no deben faltar en nuestra dieta la leche, el queso, yogur Tenemos que conseguir una dieta equilibrada acompañada de ejercicio diario para que el rendimiento sea todavía mayor.
El consumo de tres productos lácteos diarios es el recomendado, aumentando a cuatro en el caso de los niños, adolescentes, deportistas y embarazadas, sin olvidar a los mayores. Tened en cuenta que tienen un aporte equilibrado de vitaminas, hidratos de carbono, proteínas y minerales, entre ellos el calcio, que contribuye al crecimiento y desarrollo normal de los huesos y dientes.
La cantidad diaria recomendada es de tres lácteos, teniendo en cuenta que cada unidad equivale a un vaso de leche (200ml), dos yogures, 60 gr de queso fresco o 30 gr de queso curado. Yo creo que me paso soy de los que desayuna con queso fresco, toma yogur en comida y cena y siempre acabo picando algo de queso a lo largo del día ¡sin contar la leche del café! Reconozco que soy un consumidor excelente de lácteos, como he dicho, me han acompañado desde siempre.