Esta comida es de origen árabe y especialmente típica de Marruecos. El nombre lo coge del aparato que se usa para cocinarlo que no deja de ser una vaporera. Antiguamente enterraban este artefacto en la arena del desierto y cocinaban el tajine con el calor de la arena y sin agua. Si el desierto no os coge de paso os tocará, como a nosotras, usar la cocina para hacerlo.
En este momento estaréis pensando, esto está muy bien pero ¿y si no tengo el aparato en cuestión? Pues en realidad siempre podéis usar una olla alta tapada. El resultado no será exactamente igual en cuanto a la textura pero el sabor se mantendrá.
Si después de probarlo, este plato os seduce como hizo con nosotras, y ya que se acerca el momento de escribir la carta a los Reyes Magos, podéis haceros con esta joya de Emile Henry .
¿Qué necesito?
(Para 4 personas)
600 gr. de pollo
2 cebollas
2 zanahorias
25 gr. de uvas pasas
40 gr. de ciruelas
70 gr. de almendras fritas
aceite de oliva
miel
1 cdta. de jengibre
1/2 cdta. de canela
1/2 cdta. de cúrcuma
1 sobre de azafrán molido
sal
pimienta
cilantro fresco
¿Cómo lo hago?
La noche anterior vamos a preparar el pollo. Cortamos las pechugas en dados y las mezclamos en un bol con un chorro de aceite y el jengibre, canela, cúrcuma, azafrán, sal y pimienta. Lo dejamos marinar unas 12 horas en el frigorífico.
Al día siguiente, en el momento de preparar nuestro plato, lo primero que vamos a hacer es preparar los ingredientes: cortamos las zanahorias en rodajas, las cebollas en juliana, hidratamos las uvas pasas y troceamos las ciruelas.
Para comenzar con la preparación, echamos un chorro de aceite de oliva en nuestro tajine y doramos el pollo que hemos marinado desde la noche anterior. Una vez dorado, lo retiramos y reservamos. En el mismo aceite, ponemos la cebolla cortada en juliana y la zanahoria cortada en rodajas. Dejamos hacer a fuego medio hasta que se pochen las verduras.
Una vez listas, volvemos a incorporar el pollo y le damos unas vueltas a todo. Cubrimos con agua y dejamos cocer en el tajine tapado una media hora. Pasado este tiempo, añadimos las almendras, las uvas pasas y las ciruelas troceadas. Cubrimos todo con un buen chorro de miel y removemos. Dejamos cocinarse todo unos 15 minutos.
Por último, rectificamos de sal, añadimos cilantro picado y cocemos otros 10 minutos más. Apagamos el fuego y servimos en la mesa en el propio tajine junto a algún cereal árabe como cuscús o bulgur.