Así que también es un plato sanote. Debe su nombre al recipiente, tajine (o tayin) que es básicamente un plato generalmente de barro con una tapa en forma de cúpula o campana de tal manera que se va cocinando a fuego lento con los propios vapores que suelta, en este caso, la mezcla de pollo y verduras. En la actualidad ya hay tajines adaptadas para vitrocerámicas o inducciones, pero si consiguen una original, mucho mejor. En mi caso me la proporcionó un familiar tras un viaje a Marruecos. Lo he acompañado, como no podía ser de otro modo, con un cuscús para el que he aprovechado el agua que iba soltando la cocción. Una delicia de plato. Si lo prueban, ya me contarán.
Tajine de pollo
Ingredientes:
Seis trozos de pollo
Tres zanahorias
Una cebolla grande
Dos tomates
Ras El Hanut
Azafrán
Cilantro
Sal marina
Pimienta
Aceite de oliva
Preparación:
Mezclamos un poco de azafrán, otro poco de Ras El Hanut, aceite de oliva y un poquito de agua
Salpimentamos el pollo y lo untamos con la mezcla anterior
Doramos los trozos de pollo en la base de la tajine y reservamos
Colocamos la cebolla cortada en aros en el fondo de la tajine, quelo cubra todo bien
Colocamos los trozos de pollo sobre la cebolla
Cortamos la zanahoria a bastones (por la mitad a lo largo, y otra vez por la mitad a lo largo) y la ponemos sobre el pollo
Cortamos los tomates a rodajas y los ponemos encima
Regamos con el líquido de haber untado el pollo
Ponemos a fuego lento más o menos una hora. Controlando que no se nos quede seco (en ese caso añadimos un poco más de agua)
Mira en vídeo cómo se hace esta Tajine de pollo
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