Llevo todo el verano pendiente de publicar esta receta y ha tenido que llegar Noviembre para que lo haga! Soy un desastre y este verano fue movido pero bueno, aquí estoy hoy, en un frío día de otoño en que una tarta helada "a priori" no pega mucho... Esta deliciosa tarta Comtessa de toda la vida la preparé para el cumpleaños de mi marido allá por el mes de julio y quedo estupenda. Cuando le pregunté y me dijo que quería una tarta helada no lo dudé ni un instante. Esta tarta es muy sencilla de preparar, queda genial y me recuerda a mi infancia. Y si no os importa el tiempo, os la recomiendo para ya! Haced como los daneses, que disfrutan de los helados todo el año. Recuerdo que cuando vivía en el país vikingo me aficioné a tomar helado en invierno y por eso no solo no me importa publicar hoy esta tarta si no que me está apeteciendo hacerla otra vez. Qué me decís? Os animáis? Creedme, no hay nada que sepa mejor que un buen helado en pleno invierno. Delante de la tele y con una mantita, no hay mejor plan! :)
INGREDIENTES
500 ml de nata (crema de leche) para montar (35% materia grasa)
3 claras de huevo (yo las puse pasteurizadas)
200 gramos de azúcar Glass (yo puse la misma cantidad de un edulcorante equivalente)
1/2 cucharadita de esencia de vainilla (opcional, yo no la puse)
Chocolate negro para postres (el mío son azúcar añadido)
PREPARACIÓN
- Empezamos derritiendo el chocolate en el microondas.
- Cuando lo tengamos listo, ponemos una capa el el fondo de nuestro molde, que previamente habremos forrado con papel film (así luego será más sencillo desmoldar).
- Con el resto del chocolate pintamos láminas finas del ancho y largo, o algo menos, del molde, para hacer las capas que luego iremos colocando entre el helado. Dejamos que se enfríen y endurezcan mientras seguimos con el resto de la tarta.
- En un bol batimos las claras. Cuando estén casi a punto de nieve, añadimos la mitad del azúcar glass y seguimos batiendo hasta obtener un merengue cremoso.
- Por otro lado, en otro bol, montamos la nata (crema de leche) con la otra mitad del azúcar glass.
- Mezclamos ambas mezclas y movemos suavemente hasta tener una masa homogénea, suave y cremosa.
- Ahora pasamos a montar la tarta. Para ello, cuando se haya endurecido la capa de chocolate que habíamos puesto en el molde añadimos una cantidad de la masa de helado de nata (crema de leche). A continuación colocamos una lámina de chocolate. Después añadimos más helado, luego otra capa de chocolate... y así hasta terminar con todos los ingredientes.
- Yo terminé con una capa de chocolate. Metemos el molde al congelador y dejamos al menos 6 horas, para que se congele bien. Para servir, lo sacaremos del congelador con suficiente tiempo porque eso sí, tarda bastante en atemperarse. Si lo tenéis todo un día o más en el congelador como yo, sacadlo con 1 hora de antelación por lo menos, ya que es un bloque bastante grande.
- Ya veréis que tarta helada tan rica queda. Como la auténtica de mi niñez. Insuperable!
Qué la disfrutéis! :)
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