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Muchos de mis recuerdos de la infancia van ligados a un plato en especial, esto le pasa a mucha gente y no creo que sea algo raro. Todos recordamos algún guiso de esa abuela tan adorable o de esa Tita amable y cariñosa que nos preparaba esa merienda que aún de mayores seguimos recordando.
A mí esto me pasa con la tarta contesa, no es que sea precisamente una de las tartas más bonitas que se hagan y no puede competir con muchas que ahora se hacen y que son tan espectaculares, pero de entre todas las tartas heladas yo me quedo con ella.
Comerla va ligado pues a eso, recuerdos de niñez, nostalgia y mucha melancolía vamos que me pongo tontorrona perdía con un trozo de esta tarta, ainsssssss estoy para que me encierren jajajaja.
Pues nada como tanto me gusta decidí hacer la receta a ver que tal me salía y el resultado me encantó. La hice para celebrar el día del padre y hacérsela a mi marido que no hay cosa que le guste más que la nata (crema de leche) fría, bueno espero que yo le guste un poquito más... jajajaja.
Venga os pongo ingredientes y la receta que ya veréis que es sencilla a más no poder.
Ingredientes para 6 vasitos:
500 ml de nata (crema de leche) para montar.
3 claras de huevo.
200 grs. de azúcar.
1 tableta de chocolate negro de postres.
Preparación:
Montaremos por un lado la nata (crema de leche) que debe de estar bien fría con los 200 grs. de azúcar y las claras de huevo bien firmes. Mezclar ambas con movimientos envolventes y reservaremos en la nevera.
Ahora tendremos que cortar círculos de la misma medida que los vasos de papel de horno. Necesitaremos 3 círculos para cada vaso.
Fundiremos el chocolate bien al baño maría o en el microondas.
Iremos pincelando los círculos de papel con el chocolate formando capas finitas y la meteremos en la nevera para que se endurezca.
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Para el montaje de los vasitos iremos poniendo una capa de nata (crema de leche) y una lámina de chocolate (acordaros de quitar el papel antes ehhhh jijiji) así sucesivamente hasta rellenar el vaso terminando con una capita de nata (crema de leche). Adornaremos con unos trozos de chocolate y meteremos en el congelador de 3 a 4 horas.
Un postre ideal para tenerlo preparado con antelación y que es difícil que a alguien no le guste.
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Animaros a preparar este sencillo postre bien en este formato individual o en un molde rectángular alargado.
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