Desde que descubrí la calabaza en postres hace un par de años, he preparado unas cuantas tartas y bizcochos, la textura es húmeda algo diferente a la típica del bizcocho pero su sabor y cremosidad les encanta en casa.
Con esta cantidad me salió una tarta grande para postre de Domingo, que desapareció por momentos
Ingredientes:
400 gr. de calabaza asada.
75 gr. de harina.
60 ml. de leche sin lactosa
40 ml. de aceite de girasol.
85 gr. de azúcar.
2 huevos.
1 cucharada rasa de canela en polvo.
1 cucharadita de extracto o esencia de vainilla.
Ralladura de limón.
1 sobre de levadura
Margarina sin lactosa para untar el moldePreparación:
Pelar la calabaza y cortarla para poner en la bandeja del horno y asar, hasta que quede tierna y un poco dorada.
En un bol chafar con un tenedor la calabaza hasta que quede una textura suave, agregar la leche, la ralladura de limón y la canela y remover todo bien.
Batir las claras a punto de nieve junto con el azúcar y agregar al bol con las yemas, el aceite, la esencia de vainilla, la harina tamizada con la levadura y un chorrito de coñac, mezclar todo bien que no queden grumos.
Precalentar el horno a 170 º.
Poner las pasas en un tazón cubiertas de ron.
Untar el molde con mantequilla o margarina, poner la mezcla e introducir en el horno, sólo calor abajo durante aproximadamente 1 hora, dependiendo del horno. Pinchar con un cuchillo para saber si ya esta, ha de salir limpio.
Sin casi sacar la tarta del horno apagado, colocar las pasas escurridas, y cerrar la puerta del mismo unos minutos con el calor residual.
Se puede poner todo tipo de frutos secos al gusto e incluso dentro de la masa.
Espero que os guste esta dulce sugerencia que os he propuesto hoy.