Desde ese día, la pequeña florecilla nos inunda nuestro castillo de alegría, de risas, de un encanto único, de pura creatividad, de arte, de ingenio, de una inmensa capacidad para amar y de una magia especial para hacer que se nos caiga la baba sin parar.
En el mes del Sol por excelencia, Lucía celebraba su cumpleaños y su máximo deseo al hada mamá fue una tarta de Cenicienta.
Y a estas alturas del cuento (porque el cumple fue en Agosto!) os enseño su tarta de cumpleaños...aunque ya la había publicado por las redes sociales, no había puesto fotito en el blog, así que aquí va este pequeño post :)
Fue un esponjoso bizcocho de vainilla...
...con relleno de Cheesecream de Nutella (mi favorita, como ya sabéis)...
...recubierta de un colorido buttercream avainillado azul con decoraciones de mariposas en fondant blanco.
No sé qué le hizo más ilusión si la tarta en sí o la muñeca (no comestible) que también se la había pedido como regalo.
Y colorín, colorado...
Fuente: este post proviene de Bulalaica, donde puedes consultar el contenido original.
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