Esta es una tarta bastante sencilla y humilde, por ese motivo es la preferida de mis hijos, a mi hijo le encantaba ayudarme a prepararla de pequeño y ahora es mi hija mi gran ayudante así que no todo el mérito de esta receta es mío pues es una receta familiar que hacemos desde hace muchos años y aunque en los últimos tiempos hemos probado tartas más sofisticadas esta es la que une a toda mi familia en días tan especiales.
Y si así de sencillo a sido mi cumpleaños, pues ya van muchos y eso de grandes celebraciones no es lo mío, lo mío es partir un trozo de tarta con mi familia y pasar un rato juntos, y como no tomar una taza de café, infusión o refresco según los gustos de cada uno, y mi gusto ahora ha sido una infusión de frutas bastante rica.
Con este pedazo de tarta quiero invitaros a seguir a mi lado un año más y dar las gracias a todos por las felicitaciones y formar parte de mi vida. ¡Mil besos!
Ingredientes:
500 ml. de leche
400 g. de galletas tipo maría
200 ml. de nata (crema de leche) para montar ( 35% materia grasa)
100 ml. de leche condensada
80 g. de chocolate en polvo para preparar a la taza
2 cucharadas de azúcar (Sólo si eres muy goloso)
Elaboración:
Comenzamos preparando el chocolate a la taza con 400 ml. de leche, la cantidad de chocolate dependerá de la marca de chocolate que uses, añade el azúcar si te gusta el chocolate dulce, en mi casa nos gusta sin azúcar. La consistencia debe quedar bastante espeso como si fuera una natilla. Reservamos el chocolate.
Montamos la nata (crema de leche) con las varillas y cuando comience a montar le añadimos la leche condensada y continuamos batiendo hasta que monte la nata (crema de leche) por completo.
Pasamos las galletas una a una por la leche restante y vamos colocando las galletas en el fondo del molde desmoldable dónde queramos hacer la tarta, Colocamos dos capas de galletas.
Después de colocar la primera capa de galletas cubrimos con una capa de chocolate, la mitad de la cantidad de chocolate. Sobre el chocolate ponemos dos capas más de galletas mojadas en leche y sobre ellas colocamos la nata (crema de leche).
Después de la capa de nata (crema de leche) cubrimos con otras dos capas de galletas mojadas en leche y la última capa de chocolate.
Si lo deseas puedes colocar más capas mientras te quede nata (crema de leche) y chocolate.
Coloca la tarta en la nevera unas 6 horas aunque está mucho más buena de un día para otro.
Una vez la tarta bien fría la desmoldas y ya está lista para comer.