Os comentaba a través de mi perfil en Instagram que era una de las tartas más ricas que había probado. Sé que siempre suelo decir lo mismo, pero os aseguro que no exagero. Una tarta súper cremosa, con un sabor suave, cero empalagosa y que, entre otros, contiene uno de mis ingredientes preferidos dentro del mundo de la cocina: los piñones (ya os he hablado de mi especial querencia por estos frutos secos en el post anterior). Pero no soy yo la única que alaba las bondades de este suculento pastel. Todos los que lo han probado han coincidido: "uno de los postres más ricos que hemos comido".
Con el arroz como ingrediente protagonista, la idea de hornear este tipo de tarta surgió después de haber recibido un lote de cuatro variedades de arroz de la marca ABC Rice con motivo de mi participación en su concurso, el #RetoABCRice. La caja que llegó a mi hogar estaba compuesta por las variedades: Bomba, Sushi, Negro y Carnaroli. Casi, casi nada más tener entre mis manos este último (originario del valle del Po, recomendado para elaborar risottos, con un cremoso exterior y un interior que no pierde la firmeza tras la cocción), supe que su destino sería el de un dulce y cremoso postre.
Le di no pocas vueltas, y finalmente me decanté por elaborar un pastel que combinara dos de mis postres preferidos con arroz: el pudding de arroz italiano y la torta di riso. Dos dulces tradicionales italianos en uno para ensalzar un arroz de procedencia, también, italiana.
Para resumir, se puede decir que hice una tarta de arroz, pero con la elaboración previa que requiere el pudding. De este modo, se consigue un pastel con un interior mantecoso, cremoso y suave, pero al mismo tiempo consistente, y con el característico sabor de cualquier pudding: el de las pasas remojadas en ron.
Por último, como remate, cubrí tooooooda la superficie con una de mis cremas preferidas: queso y nata (crema de leche). Una mezcla súper simple, pero que es un acierto tanto en cheesecakes como en pasteles de este tipo.
Con esta receta participo en el Reto ABC Rice.
Tarta de pudding de arroz italiano:
INGREDIENTES (para un molde de 18cm de diámetro):
60g de ron
70g de pasas
90g de arroz CARNAROLI
310mL de leche entera
310mL de nata (crema de leche) líquida para montar (35% m.g. mín.)
1 cucharadita de vainilla en pasta
1 huevo
2 yemas de huevo
100g de azúcar blanquilla
70g de piñones tostados
40g de mantequilla, a temperatura ambiente
- Para decorar:
100g de azúcar blanquilla
20g de piñones tostados
100mL de nata (crema de leche) semimontada (35% m.g.)
130g de queso crema
ELABORACIÓN
En primer lugar, en un pequeño bol o tacita, remojamos las pasas con el ron. Calentamos unos segundos en el microondas, removemos y dejamos reposar toda una noche.
Si nuestros piñones no están tostados, los tostamos en una sartén a fuego medio (sin nada de aceite ni grasa), removiendo de vez en cuando, hasta que hayan adquirido un tono dorado. Reservamos.
Al día siguiente, ponemos a hervir un cazo con agua y sal. Cuando entre en ebullición, agregamos el arroz. En el momento en que vuelva a cocer, inmediatamente colamos el líquido.
Por otra parte, en una pequeña cazuela, calentamos la nata (crema de leche), la leche y la vainilla en pasta. Cuando entre en ebullición, agregamos el arroz y lo cocinamos durante 40 minutos o hasta que esté blandito, removiendo de vez en cuando, a fuego medio-bajo, sin que deje de hervir. Al comprobar que el grano de arroz está ya blando y ha absorbido todo el líquido, retiramos del fuego y agregamos la mantequilla, en trozos. Removemos para integrarla. Y seguimos con las pasas empapadas de ron y los piñones tostados.
En un cuenco aparte, batimos el huevo y las yemas con el azúcar. Cuando esté un poco espumoso, agregamos la preparación de arroz anterior y mezclamos bien.
Vertemos sobre un molde redondo desmontable de 18cm de diámetro, con las paredes ligeramente engrasadas y la base cubierta con papel vegetal. Horneamos durante 40-45 minutos a 180ºC (en el horno precalentado). Dejamos enfriar por completo antes de desmoldar.
En último lugar, haremos la decoración: unos trocitos de caramelo con piñones. Para ello, en un cazo, calentamos el azúcar, a fuego medio. Sin remover, dejamos que se vaya fundiendo hasta que se haga un caramelo dorado. En este momento, vertemos todo el caramelo sobre una bandeja de horno cubierta con papel vegetal y, mientras lo extendemos, vamos espolvoreando los piñones tostados. Dejamos enfriar para que solidifique bien.
Cuando la tarta esté completamente fría, batiremos ligeramente el queso crema, para eliminar cualquier grumito. A continuación, le añadimos la nata (crema de leche) semimontada, y volvemos a batir hasta que ambos ingredientes se integren perfectamente. Emplatamos la tarta, extendemos esta crema sobre su superficie y decoramos con el caramelo anterior hecho trozos y más piñones tostados.
¡¡Un besazo!!