Ingredientes:
250 grs galletas tipo María
125 grs de mantequilla derretida
3 paquetes de 250 grs de queso tipo filadelfia
165 grs de azúcar refinado
2 cucharadas de esencia de vainilla
1/2 cucharada de ralladura de limón
2 cucharadas de zumo de limón
4 huevos, separada la yema de la clara
180 ml de nata (crema de leche)
No os asustéis por la cantidad de queso este pastel está pensado para 10 personas. Por lo tanto ajustad las cantidades según el número de comensales.
Otra cosa importante es usad la vainilla mejor que podáis conseguir pues se nota mucho si es una vainilla corriente, La diferencia es abismal. Nosotros lo hemos comprado a un pastelero.
Elaboración:
Lo primero es triturar las galletas con ayuda de un robot hasta convertirlas en migas. Añadimos la mantequilla y lo amasamos junto hasta que parezca arena un poco húmeda.
Lo pasamos a un molde de 23 cm y presionamos con las manos para que quede adherido a la base y a las paredes. Lo metemos en el frigo unos 30 minutos y mientras preparamos el relleno.
Encendemos el horno a 160 º no lo queremos demasiado fuerte.
En un recipiente batimos el queso, el azúcar, la vainilla con una batidora de varillas, hasta que esté suave y homogéneo. Añadimos la ralladura de limón, el zumo de limón, las yemas de huevo y la nata (crema de leche). Batimos hasta que esté todo bien mezclado y ligero.
Aparte batimos 2 de las claras a punto de nieve y las incorporamos con sumo cuidado a la mezcla de queso con movimientos envolventes sin batir. Las otras 2 claras no las necesitamos.
Vertemos esta mezcla en el molde que tenemos en el frigo forrado de galleta y metemos al horno. Horneamos durante 1 hora o hasta que esté firme. Apagamos el horno y dejamos enfríar con la puerta del horno entreabierta.
Sacamos del horno, tapamos con papel film y metemos en el frigo por espacio de 3 horas. Antes de servir lo sacamos del molde que tiene que ser desmontable.
Y por fin ahí tenemos esta joya lista para disfrutar de una buena merienda.
¿Quién se resiste a un pedacito?