No podía esperar mucho más para compartir con vosotros la receta de esta tarta de queso. ¡Tenéis que probarla ya mismo! Porque está deliciosa y, como casi todas, es súper sencilla. No requiere nada más que batir, mezclar, hornear e ingerir. Fácil, ¿no?
Pues, ale, ya estáis tardando en ir al supermercado a por una barqueta de arándanos azules y una tarrina de medio kilo de queso quark.
¿Que no?
¿Que aún dudáis?
¿Todavía no estáis convencidos de preparar este cheesecake tan pronto como os sea posible?
Os digo lo de siempre: tenéis que hacerla porque está muy rica. Sin más.
Y no es nada empalagosa. Los ingredientes que lleva -arándanos y limón- no le aportan dulzor de más, con lo que obtenemos un postre con el punto justo de azúcar, del que podemos comer un trozo, y otro, y otro, y otro más... sin miedo a morir por empacho de glucosa.
Además, su textura es tremenda. Une la esponjosidad que aportan las claras de huevo montadas a punto de nieve y la cremosidad del queso.
¿Ahora sí?
¿Os he convencido?
Tarta de queso quark con arándanos y limón:
INGREDIENTES (para un molde de 20cm)
- Para el cheesecake:
5 huevos L
120g de azúcar
75g de mantequilla
500g de queso quark
80g de harina de maíz
La ralladura de medio limón
200g de arándanos frescos
- Para la crema:
150g de nata (crema de leche) líquida para montar
75g de queso crema
3 cucharadas de azúcar glas
Ralladura de limón (al gusto)
PREPARACIÓN
Precalentamos el horno a 160ºC.
Separamos las yemas de las claras de huevo, y montamos las claras con el azúcar a punto de nieve firme.
Por otra parte, batimos las yemas con la mantequilla hasta obtener una mezcla espumosa. Añadimos la ralladura, y volvemos a batir. Incorporamos el queso quark y la harina de maíz, y seguimos batiendo durante un minuto más.
Agregamos los arándanos y mezclamos con suavidad.
Por último, las claras, con movimientos envolventes.
Vertemos la mezcla en un molde (forrada su base con papel vegetal) y horneamos el durante 50 minutos a 160ºC. Cuando haya finalizado la cocción, dejamos que la tarta repose media hora dentro del horno apagado. A continuación, la retiramos del horno y la dejamos enfriar a temperatura ambiente.
Cuando la masa haya enfriado (lo mejor, toda una noche), preparamos la cobertura. Para ello, batimos la nata (crema de leche) hasta que esté semi montada. Añadimos el azúcar glas, y seguimos batiendo. Por último, incorporamos el queso y la ralladura de limón, y batimos hasta que no quede ningún grumito de queso entre la nata (crema de leche), y obtengamos una crema homogénea y con una textura ideal para extender sobre la tarta.
Nota: Como no tenía arándanos frescos de más, la decoré con unas bolitas de azúcar. Pero si tenéis arándanos, no dudéis es esparcir unos cuantos sobre la crema de queso y nata (crema de leche).
Espero que os haya gustado.
¡Un besazo!