Buenos días!! Aprovechando que todavía no hace demasiado frío, os dejo con una tarta fácil y que ademas no necesita horno (bueno, sí, pero no es imprescindible y mas abajo lo veréis). Hacía tiempo que quería prepararla pero no encontraba la ocasión, ya que una tarta para 2 personas solas... así que aprovechando una juntana familiar decidí que había llegado el momento de hacerla.
Como os decía, es una tarta muy sencilla, con ingredientes fáciles de encontrar y que en media horita la tienes hecha. Además si te gusta el dulce de leche, ésta es tu tarta por descontado. Para hacerla vamos a necesitar:
250 g queso tipo philadelphia
250 g dulce de leche
500 ml nata (crema de leche)
4 c/s azúcar
180 g galletas de chocolate
80 g mantequilla
6 hojas de gelatina
Lo primero que tenemos que hacer es preparar la base de la tarta. yo he optado por utilizar galletas de chocolate pero podéis variar la base a vuestro gusto (galletas normales, bizcocho, soletillas...). Trituramos las galletas y las mezclamos con la mantequilla derretida. Ponemos la mezcla en la base de un molde desmontable (24 cm diámetro aproximadamente) y horneamos a 190º durante 5 minutos.
Mientras tanto, ponemos a remojo las hojas de gelatina en dos cuencos (3 en uno y 3 en otro). En un cazo, ponemos 250 ml nata (crema de leche) con el azúcar y el queso y en otro cazo el dulce de leche y el resto de la nata (crema de leche). Lo llevamos al fuego y cuando comience a hervir apagamos, echamos las hojas de gelatina y removemos bien hasta que la mezcla sea homogénea y no haya grumos. Vertemos con cuidado un cazo de la mezcla de queso, a continuación un cazo con la mezcla de dulce de leche, así hasta acabar con ambas mezclas. Después, con un palillo removemos a placer y guardamos en la nevera un mínimo de 4 horas (aunque está mas rica de un día para otro).
En el momento la tarta haya cuajado solo queda servirla y disfrutar de ella con un café.