Ya que los lunes suelen ser un poco deprimentes, hoy vamos a endulzarlo un poco con una nueva receta. Hacía ya días que no os ponía ninguna y es que últimamente no he entrado mucho a la cocina, pero como bien visteis el viernes pasado fue mi cumple, así que preparé esta tarta de Santiago para llevar al trabajo. Se hace rápido ya que es muy sencilla de hacer, ¡pero prometo que el resultado es espectacular!
Ingredientes
250 gr de almendra molida
3 huevos enteros
4 yemas
2 cucharadas de mantequilla
200 gr de azúcar
la ralladura de un limón
50 gr de harina
2 cucharaditas de levadura
Elaboración
Precalentar el horno a 200º y engrasar con mantequilla un molde desmontable de unos 22 o 24 cm de diámetro. Esta tarta queda bien cuando es más bien finita.
Mezclar las almendras, la ralladura de limón y el azúcar, luego añadir el resto de los ingredientes excepto la harina y la levadura. Lo batimos bien con las varillas y añadimos los ingredientes que faltaban. Batir otra vez hasta que quede todo bien mezclado y una masa homogénea.
Verter la mezcla en el molde y hornear durante 30 minutos aproximadamente a 180º. Pinchar con la punta de un cuchillo para comprobar que sale limpio, si es así ya podréis sacar la tarta.
Truco: Si se empieza a dorar demasiado pero le faltan unos minutos para que se cueza por dentro, cubrir con un papel de aluminio para que no se queme la superficie. Hacerlo lo más rápido posible para que el horno no pierda mucha temperatura.
¡¡Espero que os salga tan rica como a mi y os guste!! Esta de las fotos duró bien poco ;-)