Se trata de una receta muy versátil, ya que lo mismo os puede servir para hacer un pastel de cumpleaños, que incluso se puede adaptar para hacer cupcakes, aunque eso os lo contaré en otro post más adelante.
Ingredientes
150 g de harina de trigo
150 g de azúcar
5 huevos M
1 pizca de sal
Esencia de vainilla
Preparación
Precalentamos el horno a 170º y engrasamos un molde de 18 cm.
Comenzamos batiendo los huevos con el azúcar, primero a velocidad baja durante un par de minutos y luego a velocidad media hasta que tripliquen su volumen y hayan blanqueado. Este paso es muy importante, ya que como veis la receta no lleva levadura, y necesitamos que cojan mucho aire para poder soportar el peso de la harina y que no baje el volumen.
Por otro lado tamizamos la harina con la sal y la vamos incorporando a la masa con movimientos envolventes muy suaves, de manera que la masa no pierda el volumen.
Finalmente, agregamos la esencia de vainilla y terminamos de mezclarlo todo.
Disponemos la masa en el molde engrasado y lo introducimos cuidadosamente en el horno (ni se os ocurra darle golpecitos al molde, como acostumbráis a hacer en algunas recetas, porque se nos bajaría por completo. La masa tiene que tener una consistencia como de mousse.
Horneamos durante 30 minutos o hasta que al introducir un palillo, éste salgo limpio.
Como veis, es súper sencillo, he probado mil formas de hacer este bizcocho (montando claras y yemas por separado) y creedme, que ésta es la receta con la que he obtenido mejores resultados. Obtendremos un bizcocho uniforme y que no se hunda al sacar del horno.
Dejamos enfriar sobre una rejilla mientras preparamos las tres leches.
Para las tres leches
1 lata pequeña de leche condensada
3/4 de taza de nata (crema de leche) para cocinar (18% m.g.)
3/4 de taza de leche evaporada
Batimos los ingredientes anteriores hasta que queden bien mezclados y vamos vertiendo la mezcla sobre el bizcocho aún templado, pinchándolo con un palillo para que vaya absorbiendo el líquido.
Dejamos que absorba bien toda la mezcla antes de empezar a montar el pastel.
También podéis agregar algún licor a la mezcla; a mí, particularmente, me gusta echarle un chorrito de crema de orujo o Baileys.
Un truco que suelo utilizar para empapar bien el bizcocho, que no se desperdicie la mezcla, y no manchar más utensilios, es el siguiente: desmoldo el bizcocho y cubro el molde por dentro con film transparente para volver a introducir el bizcocho en él. De esta manera, no perdemos ni una sola gota de las tres leches, y nos quedará un bizcocho muy jugoso.
Para el relleno
Una taza de azúcar glas (icing sugar)
3 tazas de nata (crema de leche) para montar
Fruta al gusto
Batimos la nata (crema de leche) para montar a velocidad media durante aproximadamente un minuto y agregamos la mitad del azúcar. Continuamos batiendo hasta que se haya incorporado por completo y agregamos la otra mitad. Batimos hasta que se incorpore por completo y subimos la velocidad hasta que la crema adquiera una consistencia firme.
Utilizamos esta crema para rellenar el bizcocho y podemos añadir unas frutas al gusto. En este caso, hemos rellenado con melocotón en almíbar y hemos decorado con melocotón, fresas y kiwi.
Espero que os guste el resultado y, ya sabéis, espero vuestros comentarios!!!