Tan poco de hecho, que siempre quedan restos después de las navidades por algún armario.
El año pasado utilicé el turrón blando que sobró para hacer este delicioso bizcocho
Este año está siendo aún menos de dulces y turrones.
Pablo a dieta y cambios de último momento en viajes para pasar las fiestas, han hecho que llegase el día 24 sin un sólo dulce navideño en casa, ya que no íbamos a estar aquí.
Pero como finalmente tocó organizar cena de Noche Buena, allá que nos pusimos manos a la obra para elaborar el menú:
– gambita blanca de Huelva, que andaba por el congelador y Pablo cuece de miedo.
– pinchitos de foie, queso de cabra y confitura de boletus.
– crema de ahumados
– terrina de carne con salsa de pimientos
– y de postre tarta de turrón
Y allá que me fui por una tableta de turrón para hacer el postre. Y una, y nada más que una, tableta de turrón blando que compré para hacer el experimento de la cena. Porque además sí, yo soy así, experimento siempre en el último momento, que me debe ir el riesgo de quedarme sin comida justo en el momento más oportuno …
Para que no os pille el toro, como a mí, y deis salida al turrón que vosotros seguro sí tenéis por casa y que seguro que luego también os sobra ;), aquí os dejo la receta de esta deliciosa tarta, con tiempo para que la preparéis para Noche Vieja y Año Nuevo.
Ingredientes:
Para un molde de 22-25 cm desmontable
Para la base
150 g de galletas tipo maría (sin gluten en el caso de celiacos)
70 g de mantequilla
Para la crema
500 ml de nata (crema de leche) para montar
6 hojas de gelatina neutra
150 ml de leche
40 ml de agua
200 g de turrón blando de Jijona
Almendra crocanti, al gusto, para decorar
Elaboración:
Comenzamos preparando la base.
Derretimos la mantequilla.
En una picadora ponemos las galletas y la mantequilla derretida y trituramos.
También podéis meter las galletas en una bolsa de plástico, pasar un rodillo por encima hasta que estén echas polvo y luego mezclar con la mantequilla derretida.
Cubrimos la base de nuestro molde con las galletas trituradas, vamos apretando bien con las manos hasta que quede bien lisa, compacta y repartida para que toda la base tenga el mismo grosor.
Llevamos a la nevera mientras vamos preparando el resto.
Hidratamos las hojas de gelatina en agua fría.
En un cazo ponemos la leche y el turrón troceado.
Calentamos a fuego medio y revolviendo para que no se pegue durante unos 5 minutos.
Retiramos del fuego.
Podéis pasarlo por la batidora para que la crema quede sin los trocitos de almendra típicos del turrón, yo no lo hago, me gusta encontrarme los trozos.
Escurrimos bien las hojas de gelatina y las disolvemos en 50 ml de de agua caliente.
Añadimos la crema de turrón a la gelatina disuelta, mezclamos bien y reservamos.
Ponemos en el bowl de la batidora la nata (crema de leche) y montamos firme. La nata (crema de leche) tiene que estar bien fría, de la nevera, y, si os acordáis, meterla 10 minutos antes de poneros con la receta en el congelador.
Mezclamos la nata (crema de leche) con la crema de turrón, con una espátula y movimientos suaves y envolventes hasta que esté todo bien integrado.
Vertemos sobre la base de galletas, metemos a la nevera y dejamos que cuaje unas seis horas mínimo.
A la hora de servir, la sacamos de la nevera y la dejamos reposar unos minutos para que se despegue bien del molde. Podemos pasar un trapo humedecido con agua caliente para ayudar a que se desmolde bien o incluso meter una espátula finita para separar la crema del molde.
Espolvoreamos con la almendra crocanti, retiramos el aro y pasamos a una bandeja.
¡Y a disfrutar!