Otra de esas recetas que «pululan» por internet y que resultan interesantes para «deshacernos» de una vez por todas del turrón blando que anda «perdido» en la despensa, es muy fácil de hacer y se agradece fresquita.
Ingredientes: (Para seis u ocho personas).
Para la base.
200 gr de galletas, vuestras favoritas, yo he puesto de las tostadas rectangulares.
100 gr de mantequilla.
Para el relleno.
100 ml de leche.
500 ml de nata (crema de leche).
250 gr de turrón blando de Jijona.
100 gr de azúcar.
250 gr de queso Ricotta. O vuestro queso crema favorito.
5 hojas de gelatina neutra.
Almendras crocantes, o fileteadas tostadas, azúcar glas…Para decorar.
Preparación:
Escogemos un molde desmoldable de 22 cm de diámetro, forramos el fondo con papel de hornear y reservamos.
De la base.
Trituramos las galletas con el accesorio pertinente, pasamos a un bol y añadimos la mantequilla derretida. Mezclamos bien que quede con un aspecto de tierra. Vertemos en el molde, repartimos bien y aplastamos con las manos o una cuchara para que quede bien compacta. Introducimos en el frigorífico y reservamos.
Del relleno.
Ponemos el brick o bricks de nata (crema de leche) en un bol amplio con hielo, metemos en la nevera una hora antes de comenzar la receta.
Ponemos a hidratar la gelatina en un bol con agua fría, reservamos.
Llevamos al fuego un cazo o cazuela amplia con la leche, cuando comience a hervir añadimos el turrón troceado y removemos hasta que quede totalmente derretido y quede una textura espesa. Retiramos del fuego y reservamos.
Escurrimos bien la gelatina y la incorporamos a la mezcla del turrón y la leche, removemos para que se integre bien, reservamos.
En otro bol batimos el queso para que quede suave y a la hora de mezclar con el resto de ingredientes no queden grumos. Incorporamos el queso a la mezcla del turrón y la leche, removemos para que se integren.
Sacamos el bol con los bricks de nata (crema de leche) de la nevera, retiramos el hielo, escurrimos y secamos el bol, vertemos la nata (crema de leche) y montamos con las varillas eléctricas, añadimos el azúcar, no es necesario que esté montada, es suficiente que adquiera una textura aireada y con volumen.
A continuación añadimos la nata (crema de leche) a la mezcla, con movimientos suaves y envolventes, que quede todo bien mezclado. Vertemos sobre la base de galletas con suavidad para que la galleta no se mueva, damos pequeños golpes con el molde en la encimera para evitar burbujas en el postre y dejamos en la nevera como mínimo 4 horas.
Pasado el tiempo, sacamos, desmoldamos y decoramos a nuestro gusto, en este caso con almendras crocantes. Servimos fría.
mmmmm… ¡Qué rica!
Consejo: Es preferible hacerla la víspera, así tendremos la seguridad de que queda totalmente cuajada.
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