Una tarta deliciosa, hecha con hojaldre, compota de manzana y riquísima fruta.
1 masa de hojaldre
1 huevo
3 cucharadas de compota de manzana
2 melocotones
2 nectarinas
3 frambuesas
2 moras
Unas hojas de hierbabuena
Para el brillo:
250 g de agua
unas gotas de zumo de limón
y 120 g de azúcar
Desenrolla la masa de hojaldre ( la mía era cuadrada y me he ayudado de un plato para hacerla redonda, y la he recortado con un corta pizas).
Sin quitarla del papel sulfurizado, haz 8 cortes de unos 4 cm aproximadamente desde el borde de la masa hacia el centro.
Pincha con un tenedor todo el centro de la masa de hojaldre y úntala con la compota de manzana.
Luego ve doblando los trozos de masa cortados para formar triángulos. Con los dedos haz un poco de presión en los extremos para que queden bien sellados.
Lava los melocotones y las nectarinas y córtalos en finas rodajas. Dispondremos las frutas en círculos concéntricos para que nos quede bien bonito. Para ello, ve colocando las rodajitas de frutas, una al lado de otra. Usa la base de los triángulos para apoyar las primeras piezas. Pinta los triángulos con huevo batido.
Métela en el horno durante 25 min a 180°C. Deja enfriar y coloca las frambuesas y las moras en el centro del pastel.
Prepara el brillo de la tarta:
Haces un almíbar denso (250 gr de agua, unas gotas de zumo de limón y 120 gr de azúcar) lo dejas en ebullición hasta que se deshaga el azúcar totalmente, apagas el fuego y le agregas 1 hoja y la mitad de otra de gelatina de 2 gr c/hoja, total, 3 gr (previamente hidratada en agua fría durante 5 minutos y bien escurridas), remueves bien y ya tendrás un brillo casero. Deja enfriar un ratito (que quede a temperatura ambiente) y pinta toda la fruta con el almíbar. (les dará un aspecto apetitoso y fresco a las frutas) Añade unas hojas de menta entre las frutas a modo de decoración. Y lista para disfrutarla, muy sana y super rica!!