No se si a vosotros también os pasará o sólo es cosa mía, pero resulta que después de tantos años tengo una chantajista en casa.
Sí, sí... quizás porque la necesidad obliga, pero... "La Micaela" me hace chantaje emocional.
Normalmente se ciñe sólo al marco de las Rosquillas, es algo así cómo: "No me moriré yo sin comer rosquillas otra vez ¿No Raquel?"
¡Qué valor, decirle eso a su nieta... con 93 años que tiene la mujer!
Se me parte el corazón, así que cuando me lo dice tardo poco, a penas unas horas, en freír unas Rosquillas.... que no quiero yo quedarme con ese cargo de conciencia.
Y es que le gustan mucho, creo que es lo que más le gusta.
Antes cuando le apetecían se ponía ella sola y en un pis pas las tenía hechas, pero ya hace muchos años que la mujer no puede ponerse con las manos en la masa.
Pero cuál es mi sorpresa cuando el otro día, al llevar un trozo de la Tarta Tatín para que la probasen en casa, me dice La Micaela: "Pues tu antes hacías una tarta de manzana que estaba muy buena, pero que muy buena".
No se si es que aquella no le gustó demasiado o si me estaba pidiendo a gritos la tarta de manzana de antaño, jajaja, así que por si acaso y no se quede la mujer con el antojo, le he preparado la tarta de manzana aquella que dice estaba tan rica.
¡Cómo son las abuelas!
TARTA DE MANZANA
(Para 4-6 Raciones)
250 gr Manzana Golden (Pelada y Troceada)
1 Huevo
75 gr Leche Entera
90 gr Azúcar
60 gr Harina
1 Cucharadita Levadura Polvo
Molde desmoldable 18 cm diámetro
ADEMÁS
Manzana laminada (cantidad necesaria para cubrir la superficie de la tarta)
Mermelada para Decorar (puedes usar el sabor que quieras, la que más me gusta es la de ciruela, pero como no tenía he usado de naranja amarga).
Para Hacer la Tarta de Manzana
Precalentar el horno 180º C.
Batidora en mano, moler todos los ingredientes de la tarta hasta conseguir una masa homogénea.
Engrasar el molde, verter la masa y poner en la superficie la manzana laminada.
Hornear a 180º C hasta que esté ligeramente dorada (hacer la prueba del palillo para comprobar que no está crudita), aproximadamente 40 minutos.
Sacar del horno y todavía caliente pintar con la mermelada elegida.
Esperar unos minutos que se atempere y desmoldar.
Emplatar y conservar en frigorífico.
¡Habéis visto qué sencilla!
La verdad es que muchas veces pienso que me complico demasiado y que hay cosas tan simples que están tan ricas y son tan agradecidas...
Cuando le llevé a mi abuela la tarta, no se acordaba de la conversación o se hizo la loca: "Yo no te he dicho ná"... el caso es que ella se comió un trocito de postre y le estuvo tan rica.
Nos vemos pronto Churretos@s.
Besos.
Raquel