Durante este mes, una de nuestras compañeras, M. Luz, del blog Trasteando en mi cocina, ha vivido en primera persona las consecuencias de una pandemia. De la pandemia, sí, y de unos recortes. No quiero aquí homenajear o aplaudir, quiero reinvindicar una sanidad pública y universal. El mejor homenaje que podemos hacer a los sanitarios es acompañarlos y apoyarlos en sus demandas. Esos aplausos diarios se deben transformar en votos para que nos representen partidos que defiendan una sanidad pública y de calidad. No son guerreros, ni luchadores, ni héroes... son trabajadores que han cumplido con su deber, trabajadores que merecen condiciones laborales dignas y unos medios adecuados. Exijamos inversiones para mejorar nuestra sanidad pública, así estaremos de verdad respetando y reconociendo la labor de todo el personal sanitario.
Foto de Nueva Tribuna
Con este desafío se cumplen nada menos que ocho años del Desafío en la cocina. Para celebrarlo nos han propuesto hacer una tarta helada, nosotros optamos una comtessa, pero aquí podéis ver el resto de recetas.
INGREDIENTES
200 g de chocolate
3 huevos
450 ml de nata (crema de leche) para montar
125 g de azúcar
ELABORACIÓN
Colocamos un molde rectangular y estrecho (como los que se usan para los bizcochos) sobre papel de horno. Dibujamos a lápiz el contorno de la base del molde sobre el papel. Repetimos la operación otras cinco veces, hasta obtener seis rectángulos dibujados sobre el papel de horno.
Fundimos el chocolate a fuego lento en un cazo. Una vez fundido, pintamos los rectángulos con chocolate utilizando un pincel de cocina. Los dejamos secar al menos una hora. Es conveniente meterlos en la nevera. Si no tenemos espacio, los podemos colocar sobre la encimera de la cocina siempre que no haga mucho calor.
Montamos las claras de los huevos a punto de nieve y reservamos.
Montamos la nata (crema de leche) y la mezclamos con el merengue reservado. Dejamos la mezcla enfriando en la nevera al menos unos 30 minutos.
Cuando el chocolate esté bien sólido lo separamos del papel cuidadosamente para que no se rompa. Es preferible introducir la hoja de un cuchillo o una espátula de pastelero. Colocamos una lámina de chocolate en el fondo del molde y añadimos una capa de la mezcla de nata (crema de leche) y merengue. Repetimos la operación hasta colocar la última de chocolate.
Introducimos el molde en el frigorífico unas 12 horas. Después, servimos y disfrutamos nuestra comtessa casera.