Aunque es una tarta que tiene mucho pasos que lleva algo de tiempo, es una tarta fácil y puede hacerla cualquiera. Era la segunda vez que la hacía y la primera vez la hice con los caramelos violetas originales de la tienda La Violeta de Madrid. Esta vez he usado los que venden a granel en las típicas tiendas de frutos secos y sinceramente me ha gustado más como ha quedado en esta ocasión. Tanto el sabor como el color de la gelatina han quedado mucho más intenso usando la misma cantidad de caramelo.
En muchas de las recetas que he visto por Internet he comprobado que usaban colorante para la gelatina. En ninguna de las dos veces me ha hecho falta ya que el color que queda es bastante bonito. Es una tarta que no queda muy dulce y creo que con las cantidades de esta receta queda perfecta. Pero si sois muy golosos echad un par de cucharaditas más de azúcar a la mousse. Esta receta se la copie tal cual a mi amiga Isa Reina que tiene un blog estupendo, así que pasad por su blog y echad una ojeada que tiene unas recetas riquísimas.
Esta receta la he hecho con un molde de 23 cm de diámetro.
Ingredientes para la base:
200 galletas tostadas tipo María
60 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
2 ó 3 cucharadas de leche (desnatada en mi caso)
Preparación de la base:
Triturar las galletas. Para ello las meto en una bolsa y las voy aplastando con una botella o rodillo hasta que queda una textura fina. Si tenéis una máquina para triturar quedará mucho más fino en un momento.
Juntar con la mantequilla y la leche, tiene que quedar una masa húmeda y blanda.
Lo ponemos en el fondo de una molde desmoldable apretando con la ayuda del culo de un vaso de tal manera quede bien aplastada, lisa y homogénea. Reservamos y la dejamos en la nevera.
Ingredientes para la mousse:
150 gr. de caramelos de violeta
250 gr. de mascarpone a temperatura ambiente
500 ml. de nata (crema de leche) de montar (no vale la de cocinar ya que tiene menos grasa)
7 hojas de gelatina neutra2 cucharadas de azúcar glass
1/2 vaso de leche (desnatada en mi caso)
Preparación de la mousse:
Lo primero que vamos a hacer es rehidratar las hojas de gelatina. Para ello las metemos en un bol con agua fría. Las dejamos reposar unos 10 minutos o hasta que veamos que se quedan blandas. Calentamos la leche en el microondas medio minutos y disolvemos en ella la gelatina.
A continuación, pulverizamos los caramelos hasta que quede textura muy fina como de azúcar glass, añadimos el azúcar. Juntamos los caramelos con el azúcar, el mascarpone y la leche con la gelatina hasta obtener una crema homogénea.
Por otro lado, con ayuda de unas varillas montamos la nata (crema de leche) y poco a poco vamos incorporando con ayuda de una espátula y movimientos envolventes la nata (crema de leche) en la crema del mascarpone.
Echamos la mousse en el molde y dejamos enfriar en la nevera una hora. Es importante que antes de echar la gelatina esté ya un poco frío.
Ingredientes para la gelatina:
200 ml. de agua
150 caramelos de violeta
3 hojas de gelatina
Preparación de la gelatina:
En un cazo pequeño juntamos todos los ingredientes salvo la gelatina que la rehidrataremos con agua fría. Calentamos el contenido del cazo a fuego medio hasta que se disuelvan los caramelos. Separamos del fuego y agregamos las hojas de gelatina rehidratada. Dejamos atemperar pero no enfriar del todo ya que la gelatina se quedaría dura.
Echamos la gelatina sobre la mousse y volvemos a dejar enfriar al menos 8 horas en el frigorífico.
Esta tarta se ha convertido en una de mis preferidas. Tiene un sabor muy madrileño y la tarta es muy sútil y elegante. Para mí, es una tarta perfecta.