Y es que el violeta es uno de mis colores favoritos.
Luego, mis papilas gustativas empezaron a rescatar de la memoria ese delicado sabor de los caramelos de violetas que ¡me encantan ! y fue cuando decidí que tenía que hacerla, sí o sí.
Esta la receta la preparé el año pasado y lo que más me costó (no se lo van a creer) fue encontrar los caramelos.
Yo pensaba que en cualquier parte se vendían pero estuve más de tres meses recorriéndome todos los supermercados y tiendas de chuches que veía hasta que pude comprarlos. ¿Dónde? Pues en Carrefour.
Fue mi hija quien los vio y me dijo ¿mamá, no es esto lo que buscabas? ...Me llevé seis cajitas.
Es verdad que no todo el mundo comparte este gusto. A mi hijo, por ejemplo, no le atraen para nada (por suerte para el resto de la familia, )
Los ingredientes que necesitaremos serán estos:
Para la base de bizcocho:
75 grs. de azúcar
75 grs. de harina
1 cucharadita de levadura en polvo
3 huevos medianos
Ralladura de 1 limón
Para la mousse
1/2 litro de nata (crema de leche) para montar (35% materia grasa)
150 grs. de caramelos de violetas
300 grs. de queso crema
6 hojas de gelatina
125 ml. de leche
Para la cobertura:
3 hojas de gelatina
200 ml. de agua
100 grs. de caramelos de violeta
Empezaremos preparando la base de bizcocho Yo lo hice en el microondas, pero si no tienes o no te gusta utilizarlo puedes hacerlo en el horno tradicional a 180º unos 15 ó 20 minutos.
Ponemos los huevos y el azúcar en un cuenco, a baño María y los batiremos hasta que veamos que han triplicado el volumen original. Retiramos y dejamos que enfríen un poco.
Tamizaremos la harina con la levadura y lo incorporaremos, junto con la ralladura de limón a los huevos utilizando una espátula , teniendo cuidado de hacerlo de manera suave.
Lo volcamos en un recipiente apto para microondas y lo pondremos a máxima potencia unos 4 minutos.
Lo dejaremos enfriar antes de desmoldarlo.
Mientras prepararemos la mousse.
Montamos la nata (crema de leche) y le añadimos los caramelos previamente molidos mezclándolo todo bien.
Pondremos a hidratar la gelatina con agua fría mientas disolvemos el queso con la leche en un cazo a fuego lento.
Escurrimos la gelatina y se lo añadimos a la leche, mezclando hasta que esté bien disuelta. Retiramos del fuego y dejamos enfriar antes de añadirlo a la nata (crema de leche).
En un molde, preferiblemente desmontable, pondremos la base de bizcocho y cubriremos con la mousse, dejándolo en la nevera hasta que haya cuajado completamente.
Cuando la tarta esté cuajada prepararemos la cobertura. Para esto pondremos a hidratar la gelatina en un poco de agua fría mientras en un cazo disolvemos los caramelos con el agua, a fuego suave.
Cuando se hayan disuelto todos los caramelos añadiremos la gelatina escurrida mezclándola bien.
Dejamos enfriar un poco antes de cubrir la tarta con ella para evitar que se disuelva la mousse.
Volvemos a poner en la nevera hasta que cuaje la gelatina.
Adornaremos a nuestro gusto, teniendo en cuenta que si utilizamos caramelos para ello, es mejor hacerlo justo antes de servir, ya que con la humedad del frigorífico pueden disolverse un poco.
¡Que aprovechen!
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