Es una de las mejores recetas que he hecho esta temporada, no exagero, qué sabor. Sus diferentes capas trasmiten diferentes momentos de sabor, puedes empezar por el amargo de la almendra, pero de pronto te encuentras con el dulzor de las frutas confitadas y zas!! El ácido de la mermelada de albaricoque hace su entrada… podría estar un buen rato describiendo su sabor y no recargaría la verdad.
Yo he tomado la receta, haciendo algunos cambios, del blog Entre Olivos y desde aquí le doy las gracias por publicar tan especial receta.
No la conocía, dice que es una tarta típica de esta zona de Francia y por lo visto hay fundada hasta una cofradía que se encarga de trasmitir tan delicada receta de generación en generación.
Poco más que decir en esta introducción, ideal para cerrar un gran festín como fue el domingo pasado para la celebración del día de la madre.
¡Qué descubrimiento!
Tarta Nougat de Tours
Ingredientes
Para la base
50 gr. de azúcar
150 gr. de mantequilla
1 huevo y 1 yema
Ralladura de un limón
300 gr. de harina
70 gr. de almendra molida
Para el relleno
4 cucharadas de brandy
150 gr. de frutas confitadas
Mermelada de albaricoque
Para la cobertura
3 claras de huevo
80 gr. de azúcar glass
80 gr. de almendra molida
Elaboración
Lo primero será partir la fruta a cubitos pequeños, yo usé, la mitad de naranja confitada y el resto calabazate; y dejarlas macerando en el brandy. De vez en cuando remover.
Para hacer la base, derretimos la mantequilla y la mezclamos con el huevo y la yema extra, esta mezcla se vierte sobre el resto de ingredientes y con las manos trabajamos la masa, hasta conseguir una textura manejable y nada pegajosa, hay que dejarla una hora en el frigorífico.
Mientras tamizamos la almendra molida y el azúcar glass para que sea más fina.
Yo lo hice en un aro de pastelería, así que transcurrido el tiempo de reposo de la masa cubrí la base y los lados del aro con ella.
Ahora hacemos la primera capa, esta es de mermelada de albaricoque, es importante una mermelada de buena calidad y no muy dulce, uno de los puntos más importantes de esta tarta es su contraste de sabores y este punto es clave. También podéis elaborarla vosotros.
Sobre la mermelada ponéis la fruta confitada y macerada cubriendo toda la superficie.
Ahora con la ayuda de las varillas eléctricas, montáis las claras a punto de nieve y sobre ella vertéis la almendra molida y el azúcar, remover con movimientos envolventes, lo justo para tampoco bajar la esponjosidad de las claras.
Cubrís la tarta con este preparado y lo lleváis al horno precalentado a 210ºC durante 25-30 minutos con calor arriba y abajo, pero seguro que los últimos 10 minutos tenéis que quitarle la parte de arriba para que no se tueste en exceso.
Dejar enfriar y desmoldar; para decorar podéis usar azúcar glass. ¡Bon appétit!