Una tarta fácil, con mucho sabor a chocolate, rellena de mermelada de fresa, cubierta con chocolate blanco y coronada con palomitas de sabor a piruleta. ¿Tentadora?
Pues os vuelvo a decir que es muy fácil, una tarta sencilla que encantará incluso a los más tiquismiquis. O, ¿me vais a decir que nunca os habéis encontrado con alguien a quien no le gusten muchas cosas? No me gusta el queso, no me gustan las cremas que llevan huevo, no me gusta la nata (crema de leche),... y así podría seguir enumerando manías hasta el infinito.
Pues para ese tipo de personas, que también tienen derecho a comer la tarta a su gusto, todo hay que decirlo, están este tipo de recetas. Y es que, en este caso, con un bizcocho de chocolate, un frasco de mermelada de fresa, una tableta de chocolate blanco y una bolsa de palomitas, tenemos una tarta de lo más aparente, bonita y, además, ¡muy rica!
Pero, los que somos cocinillas, no nos conformamos con un bizcocho cualquiera. Hasta ahora yo tenía mi bizcocho de chocolate preferido, pero le tenía echado el ojo al bizcocho red velvet desde hace tiempo y me decidí a prepararlo en esta ocasión ( red velvet que, al no ponerle colorante, se ha quedado en "chocolate velvet" o en "velvet a secas"). ¿Qué tiene este bizcocho que no tenga otro? Pues que no necesita ser bañado en ningún almíbar, aunque puedes hacerlo si quieres. Es jugoso y esponjoso por sí solo e incluso mejora tras pasar un día en la nevera. Curioso, ¿verdad?
Así que, a partir de ahora, éste va a ser mi bizcocho preferido en lo que a tartas se refiere.
Las palomitas de sabor piruleta que le he puesto por encima a la tarta, las podéis encontrar en el súper. Son de la marca Popitas. Si no las encontráis, os propongo una solución casera que, además, admite otros sabores: podéis comprar palomitas sin sal y, una vez colocadas sobre la tarta, verter por encima de ellas miel, dulce de leche o algún sirope (de fresa, chocolate,...)
¿Te animas a preparar esta tarta? Si es así, hazle una foto y compártela con nosotros en nuestra página de Facebook o envíamela por email y yo misma la subiré.
Para el bizcocho:
- 120 ml. de aceite de oliva suave o girasol (yo apenas compro aceite de girasol y, a no ser que de la casualidad de que lo tenga en casa, ni me molesto en comprarlo y, directamente, le pongo aceite de oliva suave)
- 320 gr. de azúcar
- 2 huevos
- 2 cucharadas de cacao puro en polvo Valor
- 3 cucharaditas de extracto de vainilla
- 250 ml. de leche
- 2 cucharaditas de zumo de limón
- 300 gr. de harina
- 1 cucharadita de bicarbonato de soda
- 2 cucharaditas de vinagre blanco
Para el relleno y cobertura de la tarta:
- 250 gr. de chocolate blanco de cobertura
- 150 gr. de mermelada de fresa (cantidad aproximada y que depende de la cantidad de relleno que queráis ponerle. A mí me sobró la mitad de un frasco)
- 1 bolsa de palomitas Popitas sabor piruleta (o una bolsa de palomitas sin sal y algo que ponerle por encima, tipo miel, dulce de leche o sirope)
En primer lugar hay que hacer una buttermilk, mezclando la leche con el zumo de limón y dejándolo reposar durante 10 minutos aproximadamente. No os asustéis al ver que la leche empieza a cortarse y volverse más densa, es normal.
Pondremos el horno a precalentar a 180ºC, calor arriba y abajo.
Batiremos los huevos en un bol y les añadiremos el azúcar, el extracto de vainilla, el aceite y la buttermilk (la mezcla de leche y zumo de limón). Lo mezclaremos bien.
Por otro lado, mezclaremos el cacao en polvo y la harina. Podéis tamizarlo, aunque es un paso opcional. De hecho, yo no lo hice.
Uniremos los ingredientes líquidos y los sólidos, y los integraremos bien, hasta que la masa quede sin grumos.
En un vaso, mezclaremos el bicarbonato con el vinagre y, cuando empiece a burbujear, se lo añadiremos a la masa y lo integraremos en ella.
Podéis preparar el bizcocho en un sólo molde o en dos iguales dividiendo la masa a la mitad. Si lo hacéis en uno, tendréis que cortarlo por la mitad para después rellenarlo. Si lo hacéis en dos moldes iguales, tardaréis menos en hornearlo y, por supuesto, os ahorraréis el tener que cortarlo.
En cualquiera de los dos casos, tendréis que engrasar bien el molde o forrarlo con papel vegetal para que sea más fácil desmoldarlo.
Como lo hice en dos moldes, tardaron unos 20 minutos en estar listos. Comprobad con un palillo que el centro del bizcocho está cocinado, si es así, éste saldrá limpio.
Los dejaremos templar en los moldes sobre una rejilla, para que circule el aire. Una vez templados, podéis desmoldarlos con cuidado.
Como os he dicho, este bizcocho gana a medida que pasan los días si está guardado en la nevera. Así que, es una buena opción hacer el bizcocho el día de antes y conservarlo en la nevera, bien tapado con papel film.
¡Ha llegado el momento de montar la tarta!
Sobre un plato, pondremos la capa inferior de bizcocho y la untaremos con mermelada de fresa, tanta como queramos. Sobre esta capa, pondremos el otro bizcocho que hará de capa superior de la tarta.
En el microondas fundiremos el chocolate blanco: lo trocearemos, lo pondremos en un bol y lo calentaremos a intervalos cortos de 20 segundos, entre los cuales moveremos bien con una cuchara. Es importante hacerlo tal y como os explico para que no se queme el chocolate.
Cuando el chocolate esté fundido, lo verteremos sobre el centro de la tarta, de forma que el chocolate cubra toda la superficie e incluso chorree por los lados.
Antes de que el chocolate se endurezca, pondremos las palomitas por encima. El chocolate, al enfriarse, hará de "pegamento" para las palomitas y éstas no se moverán.
La receta del bizcocho es de cookpad
Gracias por suscribirte, Un beso. Chus