Dificultad / media
Esta entrada la dedico a todos los papás que lo son desde hace tiempo, a los papás primerizos que acaban de serlo y a los futuros papás que lo serán en los próximos días o meses, porque todos ellos se merecen celebrar su día de una manera especial. Y qué mejor manera que degustar una tarta clásica como ésta, que es famosa por su delicioso sabor a chocolate negro y su esponjoso bizcocho.
Ingredientes
Para el bizcocho
120 g almendra molida
100 g harina
100 g azúcar glass
100 g azúcar normal
100 g mantequilla
6 huevos, separadas las yemas de las claras
150 g chocolate 70% cacao mínimo
10 g levadura química
1 pizca de sal
Mermelada de frutos rojos (la receta original es con mermelada de albaricoque)
Para la cobertura
250 g chocolate 70% cacao mínimo
250 g nata (crema de leche) montar 35% m.g.
50 g mantequilla
Elaboración (molde de 26 cm de diámetro)
Batimos las claras a punto de nieve. Cuando estén a medio montar añadimos el azúcar normal y terminamos de montarlas. Reservamos en la nevera.
Batimos la mantequilla a punto de pomada junto con el azúcar glass.
Añadimos el chocolate, que habremos fundido previamente en el microondas, y las 6 yemas. Batimos bien.
Agrgamos la harina tamizada junto con la levadura y batimos hasta que tener una masa uniforme.
Comenzamos a incorporar poco a poco las claras a la masa, con la ayuda de una espátula y haciendo movimientos envolventes vamos mezclando, hay que evitar que las claras bajen de volumen porque es lo que dará esponjosidad a nuestro bizcocho.
Preparamos el molde, podemos poner mantequilla y enharinarlo o podemos forrarlo con papel vegetal, tanto la base como las paredes.
Horneamos el bizcocho en horno precalentado a 150ºC durante 45 minutos. Pinchamos con un cuchillo y si sale limpio sacamos del horno, si no dejamos 5-10 minutos más y lo vamos controlando.
Sacamos del horno, esperamos 10 minutos para desmoldarlo, y una vez desmoldado lo dejamos enfriar del revés sobre una rejilla. Así la parte abombada se aplanará y nos quedará un bizcocho más perfecto.
Abrimos el bizcocho por la mitad con un cuchillo de cortar pan (se sierra) y lo rellenamos con una fina capa de mermelada.
Cubrimos de nuevo el bizcocho.
Para la cobertura ponemos a hervir la nata (crema de leche) y cuando comience a hervir la retiramos del fuego, añadimos el chocolate troceado, movemos bien hasta que se disuelva, y por último agregamos la mantequilla. Dejamos que se temple un poco y bañamos nuestro bizcocho sin miedo, sobre una rejilla y con un plato o papel debajo para recoger el chocolate sobrante.
Dejamos enfriar a temperatura ambiente. Podemos decorarlo escribiendo la palabra sacher con una manga pastelera rellena de chocolate fundido (aconsejo hacerlo primero sobre papel vegetal y cuando se solidifique pasarlo a la tarta, para no arruinar todo el trabajo hecho... a no ser que seáis unos artistas ;-). También podemos decorarla con topping de frambuesas liofilizadas, si no lo encontráis podéis utilizar los snacks crujientes de frutas que venden en supermercados y que son parecidos. O también se pueden poner frutos rojos al natural... lo que más os guste.
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