Esta fue la tarta o tartaleta que hice hace poco para celebrar nuestro aniversario, una cosa sencilla, rápida de preparar y muy rica como colofón final para una comida romántica (sí, comida, no cena, ya que la cena sí que fue en un restaurante...jeje).
Puedes optar por esta versión de tartaleta grande, con un molde de aproximadamente 20-24 cm de diámetro, o bien hacer tartaletas individuales más pequeñas, sólo que tardarás un poquito más en hacerlo, pero el proceso es el mismo.
Ingredientes:
- 1 lámina de masa quebrada (puede ser comprada o puedes seguir la receta aquí)
- 180 gramos de chocolate para fundir
- 180 gramos de nata (crema de leche) líquida
- Fresas frescas (cantidad suficiente)
Elaboración:
1. Empezamos precalentando el horno a 200º C con calor arriba y abajo.
2. En un molde de perfil bajo (o varios pequeños), ponemos la masa quebrada extendida y doblamos los bordes hacia dentro.
3. Pinchamos toda la superficie con un tenedor y le ponemos un buen puñado de legumbres secas para que la masa no se levante durante la cocción en el horno.
4. Metemos la masa en el horno y lo dejamos dorarse, aproximadamente unos 25 minutos.
5. Mientras, calentamos en un cazo la nata (crema de leche) y cuando comience a hervir la retiramos y la vertemos sobre un bol donde tendremos troceado el chocolate. Removemos hasta que se disuelva totalmente y reservamos mientras se hace la masa en el horno.
6. Por otro lado, lavamos las fresas, les quitamos las hojas y las cortamos en láminas. Reservamos.
7. Cuando la masa esté lista, con los bordes ligeramente dorados, la sacamos del horno y desechamos las legumbres. Vertemos en ella la ganache de chocolate y nata (crema de leche) que teníamos reservada y colocamos las fresas por toda la superficie, por ejemplo, de forma concéntrica como en la foto, o como más nos guste. Reservamos en el frigorífico para que se endurezca el chocolate hasta la hora de servir.