Sé que muchas personas están comenzando dietas en estas fechas, en previsión de la temporada veraniega, la famosa "Operación Bikini" y yo quería aprovechar para apoyaros a todos aquellos que hayáis decidido cuidar vuestra alimentación y hacer ejercicio, porque creo que la salud es lo primero, y aunque estas prácticas influyan también en nuestra "Línea", lo mejor es que el mayor beneficio es para lo que no se ve, lo que llevamos por dentro, y esa debe ser la principal motivación para ponerse a dieta. ¡Estar san@!
Pero que quede claro, cuidar la alimentación muchas veces no es lo mismo que hacer una dieta! Es decir, hay dietas que no son saludables, pueden ser efectivas a la hora de perder "peso" pero como no cambiemos los hábitos que nos han llevado a tener sobrepeso, todas esas restricciones no valdrán la pena... Así que insistimos, el binomio triunfador, no sólo de cara al verano, sino para siempre: alimentación sana + ejercicio.
Y dentro de cualquier alimentación sana, de forma ocasional, por supuesto que un pedacito dulce tiene hueco!
TARTALETA DE CREMA Y CHOCOLATE
Ingredientes:
1 plancha de masa quebrada (la que no sube)
Para la ganaché de chocolate:
1 tableta de chocolate para postres (250 g.)
200 ml. de nata (crema de leche) (35% materia grasa)
Para la crema de vainilla:
500 ml. de leche
3 yemas de huevo
30 gr. de maizena
150 gr. de azúcar
1 cucharadita de extracto de vainilla o 1 vaina de vainilla
Elaboración:
Precalentamos el horno a 220º
Forramos un molde con papel vegetal y colocamos la masa quebrada en él, de forma que los bordes suban un poquito por los laterales de dicho molde (para que, una vez horneado, pueda sostener el relleno...)
Pinchamos con un tenedor toda la masa, tanto la que está en el fondo, como la de los laterales,
Ponemos un peso sobre la masa (unas legumbres) para evitar que la masa se hinche durante el horneado, y metemos en el horno, unos 15 minutos, hasta que esté dorada.
Sacamos del horno y dejamos enfriar.
A continuación, vamos a hacer la crema pastelera: Ponemos a hervir 400 ml. de leche, el azúcar y la vainilla.
Mientras tanto, mezclamos los 100 ml. de leche restante con la Maizena.
Por otro lado, batimos las yemas y se las añadimos a la mezcla de leche y Maizena, removiendo bien para que quede una mezcla homogénea.
Cuando la leche haya hervido 2 o 3 minutos, retiramos la vaina de vainilla si la hemos puesto, y apartamos el recipiente del fuego. A continuación añadimos la mezcla de yemas, leche y Maizena, y removemos para que se mezcle bien.
Volvemos a llevar al fuego medio, removiendo sin cesar con una cuchara hasta que la crema espese (cuando enfríe espesará aún más). Esta operación puede llevarnos varios minutos, así que removed con cariño y un poquito de paciencia. Después retiramos y dejamos templar la crema (Leer las nota al final de la receta)
Por último, vamos a hacer la ganache de chocolate: ponemos en un cazo los 200 ml. de nata (crema de leche), y llevamos a ebullición.
En este momento, retiramos del fuego y añadimos el chocolate troceado. Dejamos reposar un par de minutos.
Por último, removemos bien el chocolate con la nata (crema de leche), hasta que la crema esté homogénea.
Ahora vamos a montar la tartaleta, comenzamos poniendo una capa generosa de crema pastelera y finalmente añadimos el chocolate, girando el plato para que la capa de crema quede cubierta por la de chocolate.
Metemos en la nevera para que se enfríe, durante una hora como mínimo.
A la hora de servir, se puede decorar con azúcar glass, unas fresas, nueces...
A tener en cuenta:
La tartaleta se puede hacer de tamaño grande, como es la mía, o bien de tamaño individual. Si no tenéis moldes individuales, podéis usar moldes para magdalenas, por ejemplo.
Yo utilizo extracto de vainilla en lugar de una vaina (el que aparece en las imágenes, en una botellita) lo compré en una tienda especializada de repostería, y tengo que decir que no tiene NADA que ver con los extractos que se compran en los supermercados... Es extracto natural, por lo que el sabor que otorga a la crema es muy intenso, a diferencia de los otros extractos, que son mucho más discretos.
Es importante remover la crema pastelera mientras espesa con una cuchara y no con varillas, puesto que éstas pueden cortar la mezcla y dejarla con una textura granulosa.
La crema pastelera se conserva bien en la nevera, por lo que se puede hacer el día antes, y reservarla.
Para que al enfriar no se forme costra en la parte superior de la crema, ponedla en un recipiente no demasiado amplio, para que quede casi hasta la superficie, y cubrid la crema con film transparente.
La crema pastelera se puede aromatizar con muchos sabores. En este caso hemos usado vainilla, pero se puede optar por ponerle canela o ralladura de naranja, de limón, un toque de licor...
Como véis, no tiene mayor complicación, y si tenéis invitados en casa, es una tarta que podéis hacer de un día para otro, porque se conserva en la nevera sin problema.
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