Mientras os escribo esto, estoy disfrutando de un Té genmaicha. Como ya os dije en el anterior post, Té tunecino, los tés verdes son ideales al caer la tarde. Acabo de salir del colegio y de comer unos filetes empanados que me he llevado en una tartera, y ahora quiero pasar un rato con vosotros. Manu, que tanto adora las redes sociales, ha creado el hashtag, #lostésdeFran, que si bien no llegará ninguna día a ser TT (trendy topic , o sea, tema del momento, por si lo lee mi madre), sí que me ha llegado al corazón. Y es que, últimamente estoy especialmente contento; supongo que las horas de luz ayudan mucho, pero también las expectativas de las visitas de Sophia, mi amiga greco-americana que tantos trucos me ha dado para las recetas griegas y mi hermana. Ella sí que sabe cocinar bien. Si se atreve le diremos que algún día os prepare carne de monte de la Sierra de Andújar, parque natural, que os sabrá #delujo.
Té Genmaicha
En los próximos tés, prometo prepararos tés fríos que os refresquen en el verano que se acerca. Por ahora, me quedo con el té genmaicha. Literalmente significa “té de arroz integral” , (gen “oscuro”, mai “arroz” y cha “té), porque a las hojas de té verde le acompañan precisamente eso, arroz integral; algunos de esos granos explotan durante el proceso de tueste, de ahí que se le conozca como el té de las palomitas.
Os preguntaréis, cómo habiendo estudiado en Granada y conociendo más té de corte moruno, ha llegado este té a mis manos. Pues se lo debo a una familia que hemos conocido. Nadal, mallorquín él, Yuko, japonesa ella, han viajado hasta Japón y en su maleta ha venido este té para mi. El detalle fue precioso, el packaging impecable. Como me gusta tanto aprender idiomas no dude en preguntar a su hijo Naru algunas palabras, por lo que después de un almuerzo fusión con ellos de gyozas y pisto manchego, el chaval me enseño su manual de japonés y pensó que yo podía empezar por un nivel dos!!! Madre mía!!! Quizás algún día.
En este caso no os hago listado de ingredientes, porque como ya os dije, venía ya preparado. Sí que os podría mencionar que podéis tostar el arroz largo japonés en una sartén comenzando con poco calor para subirle después la temperatura hasta que alcance el color tostado que deseamos. Cuando se enfríe, ya podemos mezclarlo con té verde en filamentos.
Sólo recordaros que la ebullición del agua debe estar en torno a los 70º C y que lo infusionéis unos dos minutos para que no os quede demasiado amargo. Apuntaros también, que es un té bajo en teína, por lo que podéis retrasar la hora de tomarlo y no os quitará el sueño. Por otro lado, si son las grasas las que os lo quitan, dicen que absorbe grasas y que como todos los tés verdes son antioxidantes y combaten los síntomas del envejecimiento.
En fin, que me estoy pareciendo a una de esas revistas de salud. Os dejo disfrutando de este Té Genmaicha y os invito a seguir en conexión con #lostésdeFran