¿Cómo vais de cansancio, rutina, estrés? ¿Bien servidos, no? ¿Qué os parece si nos paramos un momentito a degustar unos tés verdes muy especiales, traídos directamente de Japón?
Precisamente en Japón se le da una relevancia al té, que en pocos lugares más adquiere. La ceremonia del té, también conocida como “el camino del té” es en realidad un paréntesis en la rutina y en el estrés del día a día.
El objetivo de la ceremonia del té es el de “vivir el ahora“, y todo el ritual tiene como finalidad preparar los sentidos para que se concentren en este objetivo. Conseguir que los asistentes a la ceremonia participen plenamente, y no se distraigan pensando en cosas mundanas.
Es una tradición muy conectada a la cultura espiritual de Japón y es algo muy difícil de experimentar fuera de las fronteras del país del sol naciente.
Las chicas de www.grinti.es se han propuesto hacernos llegar en la medida de lo posible parte de esta experiencia única, y por eso en Grinti sólo tienen dos variedades de té verde, importadas directamente de Japón.
Empezaremos con la primera de las variedades que probamos: el te verde BIO Premium Sencha.
Es un té suave y delicado, sus matices son sutiles. Merece la pena cerrar los ojos y concentrarse simplemente en el sabor del té. Si estáis acostumbrados a beber otros tipos de té, os sorprenderá ver que no es tan amargo como otras variedades. Además es un tipo de té que invita a tomarlo puro o a combinarlo con nuestros ingredientes favoritos, hierbabuena, pétalos de flores, canela… ¡la posibilidades son infinitas!
El color de esta variedad es un verde brillante dorado que invita a llenarse de energía positiva por dentro.
La segunda variedad que hemos probado es el té verde BIO premium Gyokuro.
Aquí estamos hablando de un té muy diferente del anterior, a pesar de pertenecer a plantaciones vecinas, el carácter de cada uno de ellos es muy diferente.
La principal diferencia con el té Sencha es el método de cultivo, que cambia las 3 últimas semanas previas a la cosecha. Para conseguir ese sabor especial del Gyokuro, se cubren las matas con unas redes que bloquean casi por completo la luz solar, convirtiendo así a esta variedad en un té de sombra. Con esto se consigue que aumente la proporción de aminoácidos suaves, frente a los más amargos, consiguiendo un sabor único que posee cierta dulzura natural.
Su sabor es intenso, diferente a cualquier cosa que hubiera probado antes (y ya sabéis que me pirran los tés). Merece la pena pararse a degustarlo en su estado puro, olvidando lo que nos rodea, dirigiendo nuestra mirada hacia el interior, concentrándonos en el sabor y el olor de este té que en japón es considerado como una de las variedades más exquisitas.
El color de este té es un verde azulado misterioso que encierra la promesa de un sabor único.
Ambas variedades pueden reinfusionarse varias veces y en cada una de ellas el sabor va cambiando, tomando diferentes matices.
Además, las variedades de té de grinti tienen sello de calidad y certificación ecológica en cada uno de sus embalajes, controlado por DE-ÖKO-005.
Si sois amantes del té verde, os animo a que probéis estas variedades que no son tan comunes de encontrar por estas tierras.
¡La verdad es que no dejan indiferentes!
¡Hasta pronto, Calderer@s!
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