Así que os voy a contar cómo lo hago. Seguro que hay mucha gente que lo hace igual o parecido, yo lo hago así porque me encanta la textura que queda y el sabor es totalmente diferente, es más esponjoso.
Mi manera de rebozar es: Meterlo en la tempura, pasarlo por harina y otra vez a la tempura. Esa segunda vez que se pasa por la tempura, es lo que lo hace esponjoso, y diréis "¿por qué lo sabes?", pues porque he hecho la prueba y dicha prueba os la enseño.
Como podeis comprobar, se ve bastante bien la diferencia. Los fritos de la izquierda los he hecho: tempura-harina-tempura, mientras que los de la derecha fue: tempura-harina.
Además, los de la derecha se quedaron como un poquito más duros, no sé, a lo mejor es sensación mía porque son forofa de esta técnica.
Por cierto, no le añado sal porque ya lo lleva, en este caso, el pescado pero si no, se le puede añadir una pizca.
Y si más rollos, voy a la receta.
Ingredientes:
- 1/2 bote de cerveza
- Harina
Modus operandi:
- Echamos en un bol 1/2 bote de cerveza fría (cuanto más fría, mejor), y vamos añadiendo poco a poco la harina, hasta que quede más o menos así:
Al revolverla, se nota que es espesa, pero al alzar la cuchara es líquido, es una sensación extraña.
¿Os cuento otro secretillo? A veces cuando hago pechugas de pollo frito, machaco unos cereales y en vez de rebozar con harina, rebozo con los cereales machacados. Queda riquísimo y supercrujiente. Así:
Bueno, creo que ya basta de secretillos por hoy, a lo mejor otro día os cuento alguno más ;)
Espero que os guste.
Buen provecho!!