Unas cuantas entradas más atrás, os puse una tarta de queso y chocolate blanco con cerezas a la gelatina de cava, os acordáis? por si acaso...
El caso es que el mismo día llevé también este "tigretón gigante"
Seguro que much@s recordáis aquel pastelito que nos sabía a gloria cuando nuestras madres se apiadaban de nosotros y nos dejaban comprarnos bollería industrial. En nuestra época no es que hubiera mucha y las madres no eran demasiado aficionadas a comprarla, por lo menos la mía.
Ahora los veo en las tiendas y muchas veces me dan ganas de comprarme uno, pero entonces veo a Gorka a mi lado y... Ejerzo de madre!!!! Vamos, que no lo compro porque si no lo prueba, no me lo pide, y nos evitamos las grasas, los colorantes, conservantes y demás que lleva la bollería industrial. ARGGGGGGGGGG!!!! me habéis leído???? He dicho yo eso???? Mamaaaaaaa, sal de mi cuerpo!!!!! jajaja!!! Hay que ver como se repiten las historias!!!
Os dejo la receta. La original la podéis encontrar en el blog de Floruca, una bloguera fantástica, y creo que una buena amiga ;-)
Ingredientes:
Para el bizcocho,
4 huevos
100g de azúcar
75g de harina
25g de cacao
1 cucharada de vainilla
1 pizca de sal
Para el relleno:
400ml de nata (crema de leche)
80g de azúcar glasé
2 cucharadas de philadelphia
Mermelada de cereza
Para la cobertura,
200g de chocolate negro
200g de nata (crema de leche) líquida
25g de mantequilla
Preparación:
Separamos las claras de las yemas. Montamos las claras con la mitad del azúcar y dos gotitas de limón hasta tenerlas a punto de nieve. Las reservamos en la nevera.
Batimos las yemas con el resto del azúcar y la vainilla hasta que tenga apariencia de crema. Añadimos la harina mezclada con la sal y previamente tamizada. Mezclamos con cuidado. Echamos el cacao en polvo y volvemos a mezclar con cuidado. Por último, agregamos las claras con mucho cuidado de que no se bajen, para ello, vamos mezclando poco a poco, con movimientos envolventes.
En un molde rectangular o en la misma bandeja del horno, forrada con papel vegetal, vertemos la masa de manera que quede uniforme y no muy gorda. La metemos en el horno, precalentado a 180º, y en 10-12 minutos lo tendremos listo.
Nada más sacarlo del horno, lo pasaremos a un paño de cocina ligeramente húmedo, retiramos el papel, enrollamos a lo ancho y dejamos que se enfríe sobre una rejilla.
Mientras, montamos la nata (crema de leche) con el queso y el azúcar glasé.
Montamos el tigretón:
Extendemos la plancha de bizcocho y le ponemos una capa de mermelada. A continuación la capa de nata (crema de leche), y volvemos a enrollar, presionando ligeramente.
Reservamos en la nevera.
Preparamos la cobertura poniendo la nata (crema de leche) a hervir, y el chocolate a trozos en un bol. Cuando la nata (crema de leche) rompa el hervor, la echamos sobre el chocolate. Movemos poco a poco hasta que se deshaga todo. Ojo con hacer movimientos rápidos! nos saldrán burbujas de aire y la cobertura no quedará lisa. Añadimos la mantequilla a punto de pomada y seguimos moviendo con cuidado.
Ponemos el pastel sobre una rejilla apoyada en una bandeja. Vertemos la cobertura en hilillo por encima, procurando que tape todo el brazo,. En caso de que quedara algún sitio con cubrir, podemos usar el chocolate que hemos recogido en la bandeja de debajo.
Es imprescindible no tocarlo con nada, porque nos quedaría la marca.
Lo dejamos enfriar, hasta que la cobertura se endurezca, luego lo llevamos a la nevera hasta el día siguiente.
Notas:
A Floruca le quedó mucho mejor el corte, pero os puedo asegurar que gustó muchísimo y que seguro que vuelve a caer un día de estos!