La quinoa es un "pseudocereal" o sea que parece un cereal pero en realidad es una semilla, en otras recetas (Ensalada templada de quinoa) ya os expliqué la cantidad de minerales, vitaminas y fibra que contiene, así que no os voy a dar la brasa con el tema, lo que sí os diré es que está riquísima. A mí me gusta hervirla con caldo pero se puede hervir con agua y se tiene que lavar bien con un colador debajo del grifo para que no tenga regusto amargo por la saponina que contiene.
Para esta receta aproveché que tenía unos tomates secos y pensé que un poco de queso feta, calabacín, cebolleta y orégano completarían el conjunto de sabores.
Ingredientes para 4 tomates:
4 tomates hermosos.
100 grs. de quinoa.
200 cls. de caldo de pollo.
2 cebolletas finas (yo uso las spring onion de Consum).
1/2 calabacín.
3 tomates secos.
50 grs. de queso tipo feta.
Sal y orégano.
En primer lugar hay que lavar los tomates, secarlos y quitarles la parte de arriba para poder vaciarlos. Los vaciamos con una cucharilla o sacabolas y guardamos la carne del tomate para otra receta.
Ponemos el caldo al fuego y cuando hierva añadimos la quinoa lavada y lo dejamos hervir 2 minutos a fuego vivo y luego lo bajamos al mínimo, lo tapamos y lo dejamos 8 ó 9 minutos más. Aunque no es mucho tiempo luego irá al horno y se acabará de cocer.
Mientras vamos partiendo las verduritas, los tomates secos y el queso.
Salteamos primero el calabacín, cuando lleve 2 minutos añadimos la cebolleta y el tomate seco, le damos una vuelta y añadimos la quinoa que ya la habremos sacado del fuego.
Por último con el fuego apaqado añadimos los daditos de queso.
Precalentamos el horno a 180 grados, rellenamos los tomates y los horneamos 35-40 minutos.
Evidentemente podéis rellenar calabacines, pimiento o lo que más os guste pero estos tomates quedaron riquísimos.
Bye.