Esta receta no iba a ser para hoy, pero no me aguanto. La compartí ayer en las redes sociales y fue un éxito. En realidad, está feo que lo diga yo, pero me quedó una foto botisísima. Lo he llamado torre de salmón porque no sabía bien cómo llamarlo, pero creo que se asemeja más a una ensalada que a otro plato en sí. Juzguen ustedes.
Total, que vamos a hacer una receta de aprovechamiento de un lomo de salmón que nos sobró del finde y que teníamos en la nevera tocando la bandurria. Le hemos añadido 3 o 4 cosas más y nos ha quedao" una ensalada de campeonato. Atentos todos, que os lo perdéis:
DIFICULTAD:
Lo haces en menos del tiempo que tarda Antena 3 en volver de anuncios. De hecho, en ese tiempo, lo haces, te lo comes y estás echándote la siestecita de después.
INGREDIENTES:
Un lomo de salmón a la plancha que tengamos muerto de risa en la nevera y no sepamos qué hacer con él.
Una patata cocida. Si no sabes cómo se cuece, ahora te explico.
Un poco de crema fresca o crème fraîche, o algún tipo de yogur agrio o requesón. La encuentras fácilmente en cualquier supermercado.
Un poco de cebolleta o cebolla en su defecto.
Un chorrete de limón
Un chorrete de aceite de oliva
Pimienta negra y salPREPARACIÓN:
Lo primero que vamos a hacer es poner a cocer la patata. Como sé que hay por ahí más de un dummie escondido, voy a explicar cómo se hace. Ponemos en un cazo, agua fría, una patata lavada y un puñado de sal. Lo ponemos al fuego hasta que hierva y la dejamos hasta que al pincharla con un cuchillo, salga con facilidad. El tiempo dependerá del tamaño de la patata, obviamente.
Una vez tengamos la patata cocida, la vamos a cortar en rodajas de un centímetro. No es necesario que le quites la piel, pero si lo prefieres, puedes pelarla. A tu gusto, no te compliques la vida. Ponle sal y pimienta negra recién molida.
Corta un poco de cebolleta y resérvala hasta el final de la receta (si es que podemos llamarla receta, de lo fácil que es).
Desmiga con las manos el lomo de salmón que hiciste el otro día a la plancha (o que has comprado en la pescadería después de ver esta receta) y haz trozos pequeños, sin espinas, y que se coman de un bocado.
Ahora sólo nos queda montar la ensalada. Pon la patata abajo, un cucharada de crème fraîche o similares, los trozos de salmón y la cebolleta. Pon un chorrete de zumo de limón y otro de aceite de oliva. Listo.
Probablemente las recetas de aprovechamiento sean las que más me gusten, pero esta me encantó. Está de muerte y se hace con muy poco esfuerzo y poco tiempo (sin contar el tiempo de cocción de la patata, claro está).
Anímense a cambiar la receta como quieran y a variar el salmón por arenques por ejemplo. O por bonito encebollado. O la crema fresca por yogur agrio. O la cebolleta por pepinillos. O a añadir cilantro o cebollino. O a lo que queráis, que para eso sois vosotros los que cocináis; tampoco os lo voy a dar todo hecho. Así que, a cocinar, filibusteros, que el mundo se va a acabar.