Es esta una receta de la guerra y posguerra Española, por Ignacio Doménech que escribió en estos tiempos y es uno de sus mejores libros escrito en 1940, Cocina de Recursos (Deseo mi comida)
Este mes en el reto Cooking the chef, donde tanto estamos aprendiendo sobre la gastronomía, hemos llegado al siglo XX y de la mano de este chef vamos a conocer a través de su libro lo difícil que era en la guerra y en la posguerra Española conseguir alimentos que hoy nos parecerían de lo mas normales, por ejemplo, los huevos... y muchos mas. De este gran libro sobre recursos, mi receta para el reto Cooking the Chef
Un poco sobre el chef:
Ignacio Domènech intuye que la cocina es un arte cuando tras huir de su madrastra y de la carpintería de su padre a la edad de diez años recaló en la fonda de sus tíos en Manresa entre el “delicioso perfume” de los estofados de carne, las tortillas de dos huevos con alubias blancas y butifarra negra...Y allí donde se puso como objetivo no solo ser un gran cocinero sino destacar entre todos. A los 15 años empezó a peregrinar por Tabernas, restaurantes de Barcelona, Burgos, Madrid y Paris ,hasta que llego a Londres a la mejor de las conocidas en el mundo la del Hotel Savoy . El restaurante del hotel estaba regentado por el conocido cocinero Auguste Escoffier, que revolucionó la gastronomía mundial con sus platos creativos.
En aquel gran “laboratorio culinario” como lo llama el propio Doménech en sus memorias inéditas, el cocinero español llevó a todo el mundo la idea de la cocina creativa, de los adelantos tecnológicos aplicados a la cocina. Con el cambio de siglo, Doménech decide regresar a España pero no para montar un restaurante, sino para divulgar los conocimientos adquiridos no solo sobre alta cocina, sino también sobre ingredientes, nuevas formas de comer como el vegetarianismo o cómo cocinar con calidad en el hogar. Editó Doménech una gran cantidad de libros que gozaron de gran popularidad. Antes de la Guerra Civil, había publicado casi una treintena de libros y miles de artículos no solo para sus revistas sino para la prensa española.
Se podría decir que el último libro que escribió Doménech fue Cocina de Recursos (Deseo mi comida). Tras el cual se cierne el silencio de este gran divulgador de la cocina y artista gastronómico tanto en su editorial como en su propia revista, en la que nunca participó con texto alguno en la nueva etapa estrenada en la posguerra. Doménech murió en Barcelona el 11 de noviembre de 1956, 16 años después de publicar Cocina de recursos (Deseo mi comida).
Cocina de recursos es un recetario autobiográfico publicado al término de la Guerra Civil española en el que su autor, Ignacio Doménech, cocinero que trabajó con Escoffier en Londres y que se convirtió en un importante divulgador de la cocina en España, aborda la importancia de la comida desde el punto de vista emocional. La situación de guerra y de posguerra que se puede entender leyendo entre líneas su narración ha llevado a la desesperación y al sufrimiento a su autor que reivindica lo que ahora se denominaría “comfort food”, es decir, esa comida sencilla que sabe al hogar, y que está elaborada con esmero.
Ignacio Doménech, un artista de la gastronomía, en un momento en el que la cocina se observaba como banalidad por parte de las elites cercanas al poder. Gracias a esa mirada de desdén y gracias a su relevancia como personaje de la cocina, la censura no reparó si Cocina de Recursos (Deseo mi comida), un texto supuestamente escrito en su totalidad durante la Guerra Civil en Barcelona contenía palabras envenenadas contra el régimen recién instaurado. La cocina sufre durante la Guerra Civil, pero sufre aún más durante la dura posguerra. El autor, escribe en presente y en pasado, alternando no de forma casual estos tiempos verbales para describir lo vivido no solo en la guerra, sino también en el momento que se publica este particular recetario biográfico, que trasciende totalmente las normas de ejecución de una serie de platos para convertirse en una autobiografía redactada en forma de recetas y reseñas gastronómicas, en las que, por encima de todo, se transmite el sufrimiento de una época vivida por un cocinero.
De este gran libro Cocina de Recursos (Deseo mi comida) he sacado estas sencillas pero exquisitas torrijas.
Mi receta unas simples torrijas, pero sin leche y sin huevo, no por ello menos ricas, están buenísimas.
Ingredientes:
6 rodajas de pan de barra. (Yo de pan cateto blanco)
Miel de romero.
Aceite o manteca para freír.
Para el almíbar ligero:
1 vaso de vino blanco o tinto. (Yo vino seco de la tierra)
1 o 2 cucharadas de azúcar (Debe estas ligero de azúcar)
1 rama de canela.
-En un cazo calentamos el vino con el azúcar y la canela en rama, dejamos cocer un rato para hacer el almíbar. Retira del fuego y dejarlo enfriar.
-En una fuete plana colocamos las rebanadas de pan, como son grandes, las he cortado en trozos mas pequeños para poder manejarlos bien.
Cuando el almíbar este casi frio lo echamos sobre el pan en la bandeja, pero que no esponjen mucho, para manejarlas con soltura.
Aparte haremos una pasta ligera por la que iremos pasando nuestras torrijas.
Pasta Ligera.
2 cucharadas de harina de arroz, o de harina normal.
2 cucharadas soperas de leche y 2 cucharadas de agua (O todo agua)
Un punto de sal. (Pizca)
-En un plato hondo ponemos la harina, la sal, con la leche y el agua, y se mezcla bien para que no queden grumos ningunos, y que suave para utilizarla.
Poner aceite a calentar:
-Vamos pasando por esta pasta ligera las torrijas y las freímos que queden bien crujientes y doradas.
Sacamos y secamos encima de servilletas de papel, para que absorba el aceite. Y vamos colocándolas en una fuente, y en cada torrija pondremos una cucharada de miel de romero.
Están crujientes y suaves por dentro, están buenísimas.
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