La otra noche salí con mi amigo Escorpión. No es que sea un insecto, en algún momento le cayó ese apodo y así se hace llamar.
No nos hemos visto mucho desde que acabamos los estudios, pero coincidimos y se mostró muy interesado en recuperar nuestra antigua amistad ahora que había tenido que volverse a casa de sus padres.
Se empeñó en sacarme de fiesta para ver si me arregla esto mío de las relaciones románticas.
El tipo, con un encanto arrollador, no ha tardado nada en presentarse a dos encantadoras damiselas y juntos nos hemos tomado ya la primera copa.
A partir de ahí la noche ha ido rodada y enseguida he sentido química con una de ellas, aunque tampoco es que nos las hayamos repartido.
Hemos seguido la velada por todos los locales de moda, Escorpión repartiendo encanto entre los tres por igual. Desde luego no se como perdí el contacto con un amigo como él.
Exaustos y felices, propuse ir a desayunar a una terraza que conoce poca gente, está en una placita coqueta con acacias donde hay un cafetín encantador.
Efectivamente les encantó. Yo tenía la sensación de que aquello era el principio de "una gran amistad y lo que surja" ;)
Pedimos el desayuno: zumo, té y unas torrijas que quitan el sentido. Entonces tuve que ausentarme un momento para atender la llamada de la naturaleza.
Cuando volví me tenían una sorpresa, no había nadie en la mesa, una sola nota ponía fin a la noche.
"Lo siento, no puedo evitarlo. Es mi naturaleza. Fdo.: Escorpión"
Mis labios dibujaron una sonrisa mientras pensé "Que me quiten lo bailao". Seguí disfrutando del sol de invierno y de la torrija, admirando, pese a todo, a ese cabroncete. Eso si, de ser mi compañero de piso nada! Ji,ji
Torrijas de leche
1/2 litro de leche
La cáscara de 1 limón
1 palo de canela
10 c.s de azúcar
1 huevo batido
1 barra de pan de torrijas o brioche en rebanadas gruesas
Cobertura
2cs de azúcar+1c.p. de canela
100 ml de ron
3 c.s. de miel
Ponemos a hervir la leche a fuego medio, en cuanto empiece, la retiramos y añadimos el azúcar y despacito el huevo batido removiendo sin parar. Volvemos a poner a fuego bajo y removemos 5"" más. Dejamos enfriar.
Convinamos en un cacito el ron y calentamos con la miel hasta conseguir un almíbar.
Ponemos abundante aceite en una sartén a fuego no muy fuerte y freímos por los dos lados las rebanadas bien impregnadas con la leche colada.
Las vamos poniendo en una fuente, bañar con el almíbar y espolvorear la mezcla de azúcar y canela.
Como nos dice Bego de Al calor del horno, si las ponemos en un táper cuando aun están calientes conseguiremos que el azúcar se funda y queden bien jugosas.
* Esta receta participa en el reto del Asaltablog, que este mes a robado en manada recetas a Al calor del horno, un blog impresionante con un montón de recetas y para muestra esta de Torrijas
*Yo he hecho la receta a mi manera, con el truco de las monjas, mezclar el huevo con la leche. Facilita mucho el tema del frito y además las deja más firmes por fuera y casi derretidas por dentro.