Esta receta es un clásico en nuestra casa, sólo la hacemos una vez al año. Es muy potente y deliciosa, calórica a más no poder, pero al fín y al cabo un clásico.
Ingredientes.-
- 1 litro de nata (crema de leche) para montar
- 1 barra de pan para Torrijas
- 1 cáscara de naranja
- 1 cáscara de limón
- 4 cucharadas soperas de ázucar blanquilla
- 1 rama de canela
- 2 huevos
- aceite de girasol
Preparación.-
Ponemos en una cazuela la nata (crema de leche) con el ázucar, la canela en rama, las cáscaras de naranja y limón y llevamos a ebullición, hay que tener cuidado con las placas de inducción porque se nos agarra la nata (crema de leche) al calentarlo, yo para que no se pegue muevo constantemente con las varillas hasta que está bien caliente y calamos las torrijas.
Calado de las torrijas.-
En una fuente disponemos el pan y ponemos la nata (crema de leche) con cuidado, no vertáis por encima de las torrijas porque al estar caliente la nata (crema de leche) se nos estropearán las torrijas, yo utilizo una cuchara y delicadamente pongo nata (crema de leche) en cada una de las rebanadas y luego pongo la nata (crema de leche) sobrante en la parte de la fuente que no tiene pan. Pasados unos minutos volteo el pan con cuidado de que no se rompa para que se cale bien por los dos lados y lo dejo enfriar totalmente.
Rebozado y fritura.-
Una vez frías y bien caladas las rebozamos en huevo y la freímos en una sartén con abundante aceite de girasol y que esté bien caliente. ¡Cuidado no se te quemen! ¡se hacen muy rápido!.
Ponlas en un plato con papel absorbente y espolvoréalas con azúcar y canela mientras estén calientes, deja enfriar un poco. Y a comer.