La almendra me encanta, aunque a decir verdad, qué es lo que no me encanta a mí, casi todo me va bien y si se trata de cosas dulces no digamos.
Es un postre sencillo que se prepara en un momento sin apenas ensuciar cacharros y eso se agradece porque lo que más pereza suele dar es recoger la cocina.
No lleva ni mantequilla, ni huevos, con lo cual, no es del todo perjudicial para las dietas y más ahora que ya mucha gente está inmersa de lleno en la llamada "operación bikini".
Te puedo asegurar que esta torta malagueña de anís y aceite está increíblemente deliciosa, te pones a comer y madre mía el esfuerzo que hay que hacer para parar, cada trozo que coges es como si tuviera un imán que atrae al siguiente y ese a un tercero y así hasta que empiezas a tener remordimientos.
Es imposible resistirse a su aroma y su sabor, ni tan siquiera soy capaz de dejar que se enfríe, y es que que a los 10 minutos de meterla en el horno ya se me hace la boca agua con el olor a anís que desprende y hasta se me hacen largos los 25 minutos restantes de cocción.
Ya estoy babeando, así que no me enrollo más y vamos a lo que importa, la receta:
TIPS:
Molde: rectangular de 20 x 30 cm
Temperatura del horno: 170ºC con calor arriba y abajo
INGREDIENTES:
170 g de aceite de oliva suave
230 g de leche entera (a temperatura ambiente)
200 g de azúcar + otro poco para decorar
10 g de anís verde
250 g de harina
10-15 g de levadura en polvo tipo Royal
almendras crudas y enteras para decorar
MODO DE PREPARACIÓN: Precalentamos el horno y engrasamos o forramos el molde con papel vegetal.
En un bol ponemos el aceite y la leche y removemos con unas varillas manuales hasta integrar.
Incorporamos el azúcar y el anís verde y continuamos removiendo.
Por último, añadimos harina y levadura tamizadas y removemos hasta integrar completamente.
Vertemos la mezcla en el molde y decoramos con las almendras.
Colocamos el molde en la parte baja del horno sobre la rejilla y horneamos durante 30-35 minutos.
A mitad de cocción abrimos el horno y espolvoreamos por encima con azúcar al gusto procurando tener la puerta el mínimo tiempo posible abierta para evitar que entre mucho aire frío que detenga la cocción.
Sacamos del horno, dejamos templar unos minutos, desmoldamos y dejamos que se enfríe por completo sobre una rejilla.
Como puedes ver, los ingredientes de esta torta son sencillos y se prepara en un abrir y cerrar de ojos, lo que no te cuento es lo que se tarda en dejar el plato limpio porque por quedar no quedan ni las migas.