¿Una tortilla de calabacín gratinada? Sí, lo sé, os sonará tan raro como me sonó a mí la primera vez. A decir verdad, a mí me pareció rarísimo, pero cada vez que en casa han preparado esta receta de origen italiano, siempre ha triunfado. Así que, sin entretenerme mucho, os contaré como hacerla.
Necesitaréis los siguientes ingredientes (para 2 personas):
4 huevos
½ calabacín
½ cebolla (al gusto)
2 patatas medianas
Una cucharada de leche
Albahaca, orégano
Sal
Aceite
Antes que nada, pelaréis y cortaréis las patatas a cuadritos. A continuación, pondréis una sartén con abundante aceite a fuego fuerte. Cuando el aceite logre la temperatura óptima, pondréis las patatas cortadas y les dejaréis freír poco a poco.
Mientras las patatas se estén friendo, cortaréis el calabacín a cuadritos. Pasados unos minutos añadiréis los cubitos de calabacín a la sartén junto a las patatas. Unos minutos después, cortaréis la cebolla y la añadiréis igualmente a la sartén.
Mientras, cascaréis los huevos en un bol, les añadiréis una pizca de sal, la cucharada de leche y los batiréis bien. Cuando las patatas y el calabacín se hayan cocinado y la cebolla esté caramelizada, añadiréis los huevos batidos a la sartén y bajaréis el fuego. Así, a fuego lento continuaréis cocinando la tortilla unos 5 o 6 minutos (hasta que los bordes de la misma empiecen a cuajar).
En este momento, espolvorearéis con el queso rallado y las hierbas aromáticas y con mucho cuidado (pensad que normalmente las sartenes tienen el mango de plástico) pondréis la sartén en el horno para gratinar.
Si habéis seguido estos pasos, os debería quedar algo parecido a esto:
No tiene mala pinta, ¿verdad?
¡Buen provecho!