Ingredientes
1 calabacín mediano
1/2 cebolla
3 huevos (L)
Aceite de oliva
Picamos la cebolla y la pochamos con un poco de aceite a fuego medio. Mientras se hace, lavamos el calabacín, lo pelamos y cortaramos en rodajas finitas, como la patata para una tortilla. En este caso, a diferencia de cuando preparo la crema de calabacín, sí que los pelo, pero perfectamente podéis no hacerlo, es una manía mía.
Lo incoroporamos a la cebolla y los dejamos a fuego medio, hasta que esté blando. No es necesario añadir más aceite, ya que el calabacín soltará agua y tendremos suficiente líquido para cocinarlo.
Mientras vamos batiendo los huevos.
Escurrimos el calabaín y lo añadimos a los huevos; mezclamos bien.
En la misma sartén donde hemos hecho la verdura, echamos un poco de aceite para cuajar la tortilla.
Este paso es exactamente igual que con una tortilla de patata, y ya dependerá de vuestro gusto, dejarla más tiempo o menos, según lo cuajada que os guste.
En casa la preferimos jugosa, así que con 1,5-2 minutos, por cada lado, suele ser suficiente. La volteamos con un plato llano del tamaño de la sartén o con una tapadera sin borde; ahora también podemos encontrar "vuelca tortillas", eso ya como mejor os apañéis.
Os aseguro que os sorprenderá lo buena que está.